sábado. 20.04.2024

Muchos de los futbolistas que forman parte de los equipos de estas categorías, ni siquiera son considerados profesionales, debido a los escasos salarios. La mayoría de ellos practica el deporte sólo por hobbie o afición, debido a las complicaciones económicas que tienen los equipos para hacerlo todo de manera profesional.

Los equipos de categorías superiores apenas se fijan en los jugadores

Es muy poco habitual ver cómo un equipo de Segunda División, por ejemplo, donde los salarios ya son altos y los jugadores son profesionales, se fijan en un jugador de Segunda División B o Tercera. Los movimientos de jugadores en estas categorías se producen entre equipos de la misma Liga en la mayoría de los casos. Si el jugador tiene suerte, quizás un equipo de Segunda B se fije en él jugando en Tercera. Pero las posibilidades de recibir ofertas desde España de un equipo de categoría profesional son muy escasas.

Los filiales, una vía de escape para llegar lejos

A pesar de la polémica que rodea a los filiales de los equipos grandes, ya que poseen presupuestos que multiplican los de los demás equipos, pueden ser una vía de escape para los futbolistas que quieran llegar lejos. Primero, los salarios que perciben son mucho más altos que en cualquier otro equipo de la misma categoría, ya que como dijimos cuentan con mayor presupuesto y pagan más a sus jugadores. En segundo lugar, los filiales son una gran opción para tener la posibilidad de tener experiencia en categorías de élite o jugar con el primer equipo, ya que a menudo hay circunstancias que obligan al equipo “A”, a hacer uso de jugadores del filial para completar convocatorias o incluso jugar.

Épocas como la pretemporada también son perfectas para probar jugadores jóvenes con el primer equipo, en los entrenamientos y en los amistosos.

A pesar de que los filiales son el centro de la polémica en las categorías inferiores, por sus diferencias económicas y de plantillas con los demás, para los jugadores pueden suponer un puente hacia el fútbol profesional o hacia un aumento de salario.

La emigración es una opción

A pesar del nivel de calidad y del elevado número de equipos históricos que poseemos en nuestro país en categorías inferiores, la emigración es una de las opciones más interesantes.
En otros países europeos de primer nivel, como Islandia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, etc. Donde la cultura del fútbol no es tan profunda como en España, poseen un nivel claramente inferior. Un equipo de Primera o Segunda División en esos países se equipara a uno de Segunda B o Tercera en nuestro país. Por ello, aunque el nivel futbolístico sea el mismo, el nivel económico es muy diferente. Los salarios son mucho más altos e interesantes para los jugadores, y esa es la razón por la cual muchos de ellos eligen hacer la maleta y cambiar de aires en busca de profesionalizarse.

En resumen, es muy complejo llegar lejos una vez que el jugador está estancado en un club humilde de categorías inferiores. Sus opciones pasan por los filiales, la emigración, o una remota posibilidad de ascenso a la categoría de plata del fútbol español, o, quien sabe, a la Primera División. Últimamente se han dado numerosos casos de equipos que han pasado de la Tercera División a la Liga Santander, como es el Eibar, Leganés, Girona, etc.

¿Se puede llegar lejos en el mundo del fútbol jugando sólo en las categorías inferiores?
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