16 de julio de 2011, 12:46
Toché quería las máximas garantías de cobro y su representante miraba con lupa los contenidos de las ofertas en un recorrido que llevaba camino de batir marcas. Pero por fin se acabó y el de Santomera firmó en el Panathinaikos. Viajó a Grecia, vio, firmó y allí se queda.
Tres temporadas a razón de 550.000 euros. Una cuantía que pocos clubes superaban en España, donde lo que le ofrecían estaba entre las 300.000 y los 350.000.
La historia de Toché ha sido, bien puede decirse, el culebrón del verano. Ha contado con diversas 'novias', todos le querían pero él (o sus representantes9 han sabido aguantar y cuando parecían que se acercaban a un equipo cambiaban el tercio y se iban al sol que más le calentaba en esos momentos.
Que pregunten en Santander como se ha quedado Héctor Cúper, técnico del Racing, quien ya se frotaba las manos contando con el delantero de Santomera que, en un abrir y cerrar de ojos, casi con las maletas en el coche, cambió el rumbo y viajó hasta Atenas prácticamente en el primer avión que volaba hacia la capital helena.
Toche ya tiene el contrato que quería. Viendo así la situación se entiende que no haya querido aceptar el esfuerzo que le suponía al Cartagena o, más bien, al bolsillo de su dueño, soltar un millón de euros por tres temporada. Ahora va a llevarse 1,5 millón de euros por la misma cantidad de años.
Un buen contrato teniendo en cuenta que Toché ha dado el salto de su vida, de un equipo modesto de Segunda como no deja de ser el Cartagena a uno de los clubes más laureados de Grecia que, en unos días, jugará la previa de la Champions League en Dinamarca.
En Grecia ha supuesto una conmoción su llegada teniendo en cuenta la importancia que tiene el Panathinaikos en Grecia. Muy pronto le veremos con la histórica camiseta verde del trébol. Toché ha sabido jugar su partida y la ha ganado.
Lo que hace falta es que triunfe y que no encuentre luego ningún problema para cobrar el dinero que le han prometido en un país que se encuentra en la más absoluta bancarrota.
Tres temporadas a razón de 550.000 euros. Una cuantía que pocos clubes superaban en España, donde lo que le ofrecían estaba entre las 300.000 y los 350.000.
La historia de Toché ha sido, bien puede decirse, el culebrón del verano. Ha contado con diversas 'novias', todos le querían pero él (o sus representantes9 han sabido aguantar y cuando parecían que se acercaban a un equipo cambiaban el tercio y se iban al sol que más le calentaba en esos momentos.
Que pregunten en Santander como se ha quedado Héctor Cúper, técnico del Racing, quien ya se frotaba las manos contando con el delantero de Santomera que, en un abrir y cerrar de ojos, casi con las maletas en el coche, cambió el rumbo y viajó hasta Atenas prácticamente en el primer avión que volaba hacia la capital helena.
Toche ya tiene el contrato que quería. Viendo así la situación se entiende que no haya querido aceptar el esfuerzo que le suponía al Cartagena o, más bien, al bolsillo de su dueño, soltar un millón de euros por tres temporada. Ahora va a llevarse 1,5 millón de euros por la misma cantidad de años.
Un buen contrato teniendo en cuenta que Toché ha dado el salto de su vida, de un equipo modesto de Segunda como no deja de ser el Cartagena a uno de los clubes más laureados de Grecia que, en unos días, jugará la previa de la Champions League en Dinamarca.
En Grecia ha supuesto una conmoción su llegada teniendo en cuenta la importancia que tiene el Panathinaikos en Grecia. Muy pronto le veremos con la histórica camiseta verde del trébol. Toché ha sabido jugar su partida y la ha ganado.
Lo que hace falta es que triunfe y que no encuentre luego ningún problema para cobrar el dinero que le han prometido en un país que se encuentra en la más absoluta bancarrota.
