28 de mayo de 2010, 2:00
Tras completar sin problemas la sesión, el portero aseguró que "intentaré forzar al máximo e intentaré estar" en una cita que debe servir para acabar con el bajón de juego y resultados experimentado por el Córdoba en las últimas fechas por culpa de "la ansiedad" por alcanzar cuanto antes la cifra de 50 puntos que garantice la permanencia en la categoría. Porque ése es el único objetivo posible para un club que no tenía "la capacidad para estar más arriba".
Navas reconoció sentirse "bastante mejor" de su dolencia tras el tratamiento al que ha sido sometido durante el fin de semana. "He hablado con el médico, le he preguntado si esto se va a partir o algo, me ha dicho que no y entonces no tengo ningún tipo de problema. El dolor se aguanta, porque es un dolor que cuando te da te duele, pero a los dos minutos vuelve a desaparecer. He entrenado con el grupo para ver las sensaciones que tengo. Me voy bastante contento porque pensaba que iba a estar peor a la hora de blocar el balón y no me ha impedido hacer mi entrenamiento. Imagino que mañana, si Dios quiere, estaré un poco mejor", explicó el meta, que deja en manos de Lucas Alcaraz su participación ante el Cartagena: "Intentaré forzar al máximo e intentaré estar, pero la última palabra la tendrá el míster. Habrá que esperar a ver cómo vengo mañana (por hoy). Hombre, si yo fuese el entrenador, yo me pondría".
Y es que Navas, acaso el jugador más regular del Córdoba durante toda la temporada, sólo se ha perdido cinco partidos, todos ellos por lesión ("es que creo que, si no, no salgo de la convocatoria; si no son lesiones de este tipo, el dolor se aguanta", bromeó el gaditano). En los cuatro primeros, Alberto respondió a las mil maravillas, pero en Albacete una pifia del catalán permitió la cómoda victoria manchega. Era la cuarta jornada consecutiva sin ganar del CCF, su peor racha del curso.
Un bajón que el cancerbero achaca a "la ansiedad" por querer cerrar lo más pronto posible la permanencia: "Yo creo que ése es el error, el pensar cuándo vamos a ganar ese partido ya. Hemos caído en una dinámica de pensar cuándo van a llegar esos tres puntos o superar los 50 y eso nos ha creado una ansiedad. Lo que se transmite en el vestuario ahora mismo es ir a jugarnos la vida, no pensar que es el último partido y hay que ganarlo, sino seguir con la misma línea que estábamos llevando. En los últimos partidos nos ha podido la ansiedad de superar esos 50 puntos".
Una recesión que ha hecho que la zona de descenso se quede ahora a apenas seis puntos, con 12 todavía por jugar. Y que empiece a mirarse con cautela la reacción de los que vienen por detrás apretando, algo que Navas cree que también ha influido negativamente en la dinámica del grupo: "También el entorno y todo lo que conlleva nos ha hecho estar muy pendiente de los posibles rivales y eso ha sido un error; yo creo que nosotros tenemos que centrarnos en nuestro trabajo, en la forma de jugar y sacar los partidos adelante. Yo creo que cuando el Córdoba se ha centrado en el Córdoba en sí es cuando hemos sacado los partidos adelante. Pensar en qué va a hacer el Cádiz, el Real Unión... eso te mete mierda en la cabeza y al final sales a jugar tu partido sin hacer lo que tienes que hacer".
De todas formas, la realidad del Córdoba ha quedado clara que no es estar peleando por un ascenso a Primera en el que se soñó durante algunas fases de la temporada. "Todo el mundo tenía esa ilusión y esas ganas, pero hay que ser realistas e igual no teníamos la capacidad para estar arriba. El equipo ha estado a muy buen nivel toda la temporada, pero ha habido veces que ha estado incluso por encima de ese nivel. Entonces, ahora mismo, cuando han venido los momentos complicados, que si recordamos en la primera vuelta fue más o menos por estas fechas cuando nos dieron por todos lados, el equipo está donde tiene que estar. Lo único que tenemos es que sacar esto adelante y hacerlo de la mejor manera posible, porque la trayectoria del equipo ha sido muy buena y no tenemos que dejarnos caer por estos últimos siete u ocho últimos partidos y quedarnos con esa imagen. Eso depende de nosotros y si no nos espabilamos lo más rápido posible, que es el sábado, pues la gente se va a cabrear con nosotros", argumentó un Raúl Navas que desea que la comunión con la afición el sábado sea total porque "aquí tenemos que ir todos cogidos de la mano, porque nos estamos jugando la permanencia en una categoría en la que hay equipos con un potencial increíble y lo tienen más complicado que nosotros".
Navas reconoció sentirse "bastante mejor" de su dolencia tras el tratamiento al que ha sido sometido durante el fin de semana. "He hablado con el médico, le he preguntado si esto se va a partir o algo, me ha dicho que no y entonces no tengo ningún tipo de problema. El dolor se aguanta, porque es un dolor que cuando te da te duele, pero a los dos minutos vuelve a desaparecer. He entrenado con el grupo para ver las sensaciones que tengo. Me voy bastante contento porque pensaba que iba a estar peor a la hora de blocar el balón y no me ha impedido hacer mi entrenamiento. Imagino que mañana, si Dios quiere, estaré un poco mejor", explicó el meta, que deja en manos de Lucas Alcaraz su participación ante el Cartagena: "Intentaré forzar al máximo e intentaré estar, pero la última palabra la tendrá el míster. Habrá que esperar a ver cómo vengo mañana (por hoy). Hombre, si yo fuese el entrenador, yo me pondría".
Y es que Navas, acaso el jugador más regular del Córdoba durante toda la temporada, sólo se ha perdido cinco partidos, todos ellos por lesión ("es que creo que, si no, no salgo de la convocatoria; si no son lesiones de este tipo, el dolor se aguanta", bromeó el gaditano). En los cuatro primeros, Alberto respondió a las mil maravillas, pero en Albacete una pifia del catalán permitió la cómoda victoria manchega. Era la cuarta jornada consecutiva sin ganar del CCF, su peor racha del curso.
Un bajón que el cancerbero achaca a "la ansiedad" por querer cerrar lo más pronto posible la permanencia: "Yo creo que ése es el error, el pensar cuándo vamos a ganar ese partido ya. Hemos caído en una dinámica de pensar cuándo van a llegar esos tres puntos o superar los 50 y eso nos ha creado una ansiedad. Lo que se transmite en el vestuario ahora mismo es ir a jugarnos la vida, no pensar que es el último partido y hay que ganarlo, sino seguir con la misma línea que estábamos llevando. En los últimos partidos nos ha podido la ansiedad de superar esos 50 puntos".
Una recesión que ha hecho que la zona de descenso se quede ahora a apenas seis puntos, con 12 todavía por jugar. Y que empiece a mirarse con cautela la reacción de los que vienen por detrás apretando, algo que Navas cree que también ha influido negativamente en la dinámica del grupo: "También el entorno y todo lo que conlleva nos ha hecho estar muy pendiente de los posibles rivales y eso ha sido un error; yo creo que nosotros tenemos que centrarnos en nuestro trabajo, en la forma de jugar y sacar los partidos adelante. Yo creo que cuando el Córdoba se ha centrado en el Córdoba en sí es cuando hemos sacado los partidos adelante. Pensar en qué va a hacer el Cádiz, el Real Unión... eso te mete mierda en la cabeza y al final sales a jugar tu partido sin hacer lo que tienes que hacer".
De todas formas, la realidad del Córdoba ha quedado clara que no es estar peleando por un ascenso a Primera en el que se soñó durante algunas fases de la temporada. "Todo el mundo tenía esa ilusión y esas ganas, pero hay que ser realistas e igual no teníamos la capacidad para estar arriba. El equipo ha estado a muy buen nivel toda la temporada, pero ha habido veces que ha estado incluso por encima de ese nivel. Entonces, ahora mismo, cuando han venido los momentos complicados, que si recordamos en la primera vuelta fue más o menos por estas fechas cuando nos dieron por todos lados, el equipo está donde tiene que estar. Lo único que tenemos es que sacar esto adelante y hacerlo de la mejor manera posible, porque la trayectoria del equipo ha sido muy buena y no tenemos que dejarnos caer por estos últimos siete u ocho últimos partidos y quedarnos con esa imagen. Eso depende de nosotros y si no nos espabilamos lo más rápido posible, que es el sábado, pues la gente se va a cabrear con nosotros", argumentó un Raúl Navas que desea que la comunión con la afición el sábado sea total porque "aquí tenemos que ir todos cogidos de la mano, porque nos estamos jugando la permanencia en una categoría en la que hay equipos con un potencial increíble y lo tienen más complicado que nosotros".
