El primer partido importante del nuevo equipo de Juan José Hidalgo se juega en el juzgado, la decisión de la juez a los recursos que se han presentado contra el auto ya dictado determinará si sale adelante o no el nuevo proyecto del empresario salmantino. Ya sin posibilidad de otras negociaciones, sólo queda esperar a miércoles o jueves, cuando previsiblemente se produjera el fallo.
Lo curioso del caso pese a la imagen que se quiere dar hacia fuera es que la Real Federación Española de Fútbol había tenido claro a principios de semana la composición de grupos, con el Salamanca Athletic inscrito y con la Arandina dentro de ese grupo I ocupando la plaza de la Cultural Leonesa.
El caso charro fue una de las comidillas en la Asamblea Ordinaria de la Federación de Castilla y León y los más cercanos a la federación admitían que en la RFEF albergan pocas esperanzas en que salga adelante el recurso presentado, por lo que estarían “deseando que la juez se pronuncie ya y puedan formar los grupos y el calendario de Segunda B”, todo a sabiendas del malestar existente entre el grueso de los clubes que conforman la categoría.
Sin embargo, todo lo contrario sucede en la AFE, cuyo recurso es el que más problemas presenta para que el nuevo equipo de Hidalgo salga adelante. El sindicato de futbolistas ha buscado las vueltas a la venta realizada por los administradores concursales y su razonamiento, además de querer anteponer la ley del Deporte, es el de mezclar ese punto con alguna posibilidad de frenar esa operación con alguno de los puntos de la ley concursal.
Además, hasta el juzgado han llegado las palabras del asesor jurídico de la AFE, del presidente de la Federación desastilla y León y la correspondiente respuesta de Juan José Hidalgo Acera, aunque en el primer caso, no en el del presidente de Globalia, se entiende cómo querer imponer una gran presión al juzgado salmantino.
Pese a la complejidad y magnitud del caso, por todo lo que significa y la repercusión que ha tomado, el auto dictado por la juez hace que todo vaya encaminado a favorecer los intereses de Juan José Hidalgo, al que han apoyado las impugnaciones de la administración concursal y la UDS. No obstante, nadie del círculo cercano del empresario, ni el propio Hidalgo, da nada por ganado, aunque se entiende que no sería normal que la juez se echase atrás después de permitir una venta y fortalecerla con el auto dictado a principios de mes.
