martes. 19.03.2024

Owusu Kwabena es un tipo singular, para lo bueno y para lo malo. Pero de momento eso le basta para ser fijo en el esquema ofensivo de este Córdoba CF, sea actuando por fuera o por dentro, solo o en compañía. El atacante ghanés se ha ganado a Enrique Martín y al cordobesismo, aunque se eche en falta una mayor aportación al colectivo , menos anarquía. Un pecado que con el paso de los años todavía no ha corregido y que ya marcó su efímera etapa en el Cartagena.

Como muchos seguidores cartageneristas recordarán el africano defendió los colores albinegros en la segunda mitad de la temporada 17-18, tras llegar procedente de un Oviedo en el que no había logrado tener cierta continuidad (8 partidos y 157 minutos, 0 goles). En un equipo de claro perfil ofensivo liderado desde la banda por Alberto Monteagudo y que acabó campeón del Grupo IV, Owusu se acercó a los mil minutos en 20 participaciones (ocho titularidades), pero sólo acertó una vez con el arco rival.

Pero lo peor de su etapa en el Cartagonova no fue precisamente su falta de tino en la definición. En la retina de la afición albinegra permanece la falta de empatía del jugador con su gente tras el terrible varapalo en el Cerro del Espino, en el último duelo del play off. El Cartagena perdió el ascenso a Segunda en el minuto 97 de su partido ante el Rayo Majadahonda.

Un palo durísimo adewrezado además con aquella ocasión mollar que tuvo el ghanés en sus botas y que pudo haber supuestoel gol del ascenso, que muchos no han olvidado todavía.

El regreso de Owusu o el lamento de aquella ocasión perdida en Majadahonda
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