1 de mayo de 2011, 2:00
Diario de Ibiza ha publicado, con la firma de Paco Murillo, una información referida a José V. Gómez, del que se resalta que es un apasionado del mar,y ha querido inculcarle a sus hijos lo que para él representa la navegación. La que mejor lo ha entendido es Ángela, de solo 12 años, con la que culminó la travesía de la regata de altura que acabó en Sant Antoni el pasado viernes 22 de abril.
Su intención no era quedar en los puestos destacados de la clasificación de tiempo compensado, sino vivir por primera vez la experiencia de La Ruta de la Sal, una de las pruebas de altura más importantes de las que se celebran en el Mediterráneo. Sin embargo, se llevaron el subcampeonato tras el rateo de tiempos y a punto estuvieron de ganar, como reconoce el propio Gómez: «Por dieciséis segundos no fuimos primeros», dice el patrón del ´Magik-Marian´, quien recalca que al llegar de noche tuvo «dificultades» para encontrar la línea de meta por donde debían pasar.
Pero en la singladura la joven no queda exenta de trabajar y de ayudar a su padre en las tareas propias de cualquier tripulante de una embarcación. La pequeña grumete es «una niña aplicada», afirma José Gómez, henchido de orgullo por el interés que muestra su hija por aprender lo que un día le enseñaron a él. «En mi caso, desde pequeño, mi padre me inculcó la afición a la vela». Ahora ha pasado de alumno a maestro.
También les gusta navegar a los hermanos de Ángela: Pepe (que tiene 10 años), Víctor (de 8) y María (de 6). Todos ellos disfrutan en el mar, aunque «algunos se marean», explica José. En esta ocasión se quedaron junto a su madre, Marian Pérez, pero están deseando probar la experiencia: «Quieren venir también el año que viene y a lo mejor participamos en La Ruta de la Sal con otros dos niños más», asegura.
No es la primera vez que la familia Gómez emprende travesías de altura. En su cuaderno de bitácora ya están otras regatas como Cartagena-Melilla o Cartagena-Eivissa. La Ruta de la Sal les ha dejado un recuerdo especial, publica el diario ibicenco.
La dirección del Real Club de Regatas se ha apresurado a felicitar por este último éxito a José Gómez.
Su intención no era quedar en los puestos destacados de la clasificación de tiempo compensado, sino vivir por primera vez la experiencia de La Ruta de la Sal, una de las pruebas de altura más importantes de las que se celebran en el Mediterráneo. Sin embargo, se llevaron el subcampeonato tras el rateo de tiempos y a punto estuvieron de ganar, como reconoce el propio Gómez: «Por dieciséis segundos no fuimos primeros», dice el patrón del ´Magik-Marian´, quien recalca que al llegar de noche tuvo «dificultades» para encontrar la línea de meta por donde debían pasar.
Pero en la singladura la joven no queda exenta de trabajar y de ayudar a su padre en las tareas propias de cualquier tripulante de una embarcación. La pequeña grumete es «una niña aplicada», afirma José Gómez, henchido de orgullo por el interés que muestra su hija por aprender lo que un día le enseñaron a él. «En mi caso, desde pequeño, mi padre me inculcó la afición a la vela». Ahora ha pasado de alumno a maestro.
También les gusta navegar a los hermanos de Ángela: Pepe (que tiene 10 años), Víctor (de 8) y María (de 6). Todos ellos disfrutan en el mar, aunque «algunos se marean», explica José. En esta ocasión se quedaron junto a su madre, Marian Pérez, pero están deseando probar la experiencia: «Quieren venir también el año que viene y a lo mejor participamos en La Ruta de la Sal con otros dos niños más», asegura.
No es la primera vez que la familia Gómez emprende travesías de altura. En su cuaderno de bitácora ya están otras regatas como Cartagena-Melilla o Cartagena-Eivissa. La Ruta de la Sal les ha dejado un recuerdo especial, publica el diario ibicenco.
La dirección del Real Club de Regatas se ha apresurado a felicitar por este último éxito a José Gómez.
