viernes. 29.03.2024

Hola a todos:

Os escribo desde Ciudad del Cabo, ¡donde acabamos de ganar la primera etapa de la Volvo Ocean Race! La verdad es que estábamos todos un poco "enfadados" después del resultado de la regata costera de Alicante, donde quedamos sextos y queríamos darlo todo. Es la etapa más larga y además es especial para cualquier regatista.

La salida de Alicante fue espectacular, con viento y espero que le gustase al público. Pasamos muy muy cerca de Cabo de Palos, de hecho vimos que había mucha gente y para mí fue algo especial. También les pude enseñar a mis compañeros del “Telefónica” Calblanque, Portmán y por supuesto Cartagena, aunque más desde la lejanía. Durante los dos días que tardamos en salir del Mediterráneo, tuvimos mucho, mucho viento, lo que propició que dos barcos tuvieran que abandonar. Es una pena, pero este deporte es así y todos vamos al límite. Por suerte no le pasó nada a nadie y podrán tomar la siguiente salida.

Una vez en el Atlántico, navegábamos junto a “Puma” y con “Team New Zealand”, aunque éstos un poco más alejados. Fueron días complicados, porque “Groupama” tomó otra alternativa muy diferente: la de recorrer la costa africana en vez de ir hacia el Oeste, como hacíamos los otros tres barcos, para buscar los vientos alisios que nos empujaran hacia abajo. No podíamos creer que les fuera a salir bien la jugada, pero durante varios días lideraron la clasificación con bastante ventaja. Al final, tuvieron los problemas que todos pensábamos y se quedaron más rezagados, sin viento.

Así pues empezamos una dura pugna con “Puma” durante toda esa bajada. Uno trasluchaba y el otro lo seguía. Uno orzaba, el otro también. Eran días complicados, además por los chubascos que se formaban y que hay que navegar bien. Normalmente traen mucha agua y viento, pero además suelen venir con algún cambio en la dirección del viento, por lo que son muy importantes. Crucé el Ecuador por primera vez y, como manda la tradición, vino el Rey Neptuno a visitarme. Fue bastante gracioso. Como soy del Real Madrid, Pepe me preguntó si prefería un peinado de Neymar o de Ronaldo, es decir, muy pelado por delante o por los lados. Así que decidí el de Neymar y se pusieron manos a la obra.

Una vez pasado el Ecuador y Fernando de Noronha, la puerta de paso obligatoria para todos los barcos aunque no puntuable, empezó a subir el viento y la lucha con “Puma” se hizo todavía más intensa. Conseguimos pasarlos, gracias a una buena acción táctica de nuestro navegante Andrew Cape y de Iker.

Después de un par de días especialmente intensos rompieron el palo y nos preocupamos todos. No pasó nada grave, pero están teniendo muchas complicaciones. Han tenido que llegar a una isla que hay en medio de la nada y allí están esperando a un barco donde subir el VO 70 “Puma” y llegar a Ciudad del Cabo. Y luego el palo viene por otro lado diferente… Se calcula que pueden llegar aquí el día siete y la regata costera de Ciudad del Cabo es el día 10. Así que si consiguen salir será ya todo un éxito.

Ya con tres barcos, nuestra labor era controlar al “Team New Zealand”. Una pena, porque la última semana antes de llegar es donde se baten todos los récords de velocidad. Ahora mismo está en posesión del “Ericsson 4”, el barco ganador de la anterior edición que hizo cerca de 600 millas en 24 horas. Nosotros decidimos no forzar y asegurar el primero. La distancia máxima que recorrimos fueron casi 550 millas, que ya está bastante bien.

A nivel personal os puedo contar que ha sido algo increíble. Lo más duro fue la salida y los últimos días antes de llegar. Las condiciones eran de mucho viento y frío y el cansancio se notaba. Sólo he perdido cuatro kg, lo que es algo bastante bueno, aunque mis compañeros decían que iban a ser más. De las cosas que menos me han gustado ha sido la comida. Nunca había estado tanto tiempo en un barco, pero es una rutina a la que te acostumbras. Me ha sorprendido la adaptación del cuerpo.

Después de navegar cuatro o cinco días seguidos, te sientes mal, con muchas ganas de ducharte, de ir a un baño normal, de comer algo normal, de dormir en una cama, etc. Pero aquí no he tenido esa sensación. La tuve cuando salí del Mediterráneo, pensé: “si después de un par de días estoy así, no sé cómo voy a llegar a Ciudad del Cabo”. Pero no, todo fue muy normal. Me acostumbré y ya está.

En lo que a relación con el exterior se refiere, tenemos muy poca. Un e-mail a la semana de la familia, que pasa previamente el control de la oficina de regatas y donde mi padre me informaba de cómo iban mis equipos: Madrid, Cartagena, Minera, Reale, etc. También nos enteramos que hubo elecciones.

Aparte de eso nada más. En el barco hablamos del barco, de cómo van los otros, de qué pasará, de las velas, de los repuestos, de meteorología, etc. De lo demás, cuando a alguien le llegaba algún correo electrónico con alguna noticia, sobre todo deportiva, lo contaba y ya está. También la oficina de regatas enviaba algo de información a los barcos, como una especie de resumen cada varios días.

En fin, esa ha sido mi experiencia durante estos primeros 21 días de navegación. Espero poder contaros que seguimos líderes durante la siguiente parada, en Abu Dhabi. Eso será a finales de diciembre…

Un saludo,

Diego Fructuoso
Tripulante de comunicación del Team Telefónica

Diego Fructuoso escribe desde Ciudad del Cabo para SPORTCARTAGENA
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