viernes. 29.03.2024
Hola a todos,

La etapa ocho ha sido una etapa que no nos ha traído demasiada fortuna al Team Telefónica. Volvimos a tener un mal resultado en la costera de Lisboa, donde una penalización (para mí totalmente injusta) nos relevó al último lugar de la regata. Salimos el domingo de Lisboa totalmente enrabietados, con ganas de ganar la etapa y dedicárselo a toda la gente que nos apoya y en especial a los "Telefans" que acudieron en masa a la salida de Portugal.
Durante el primer y segundo día navegamos con un viento de 15 a 25 nudos de través, condiciones que en teoría beneficiaban al “Groupama”. Nos pusimos primeros y teníamos que defender ese liderato hasta las Islas Azores (paso obligado de la etapa), porque luego entraría el viento. Así lo hicimos, lo dimos todo y llegamos a la zona de poco viento (anticiclón de las Azores) en primer lugar. Muy bien navegado por parte de Cape e Iker, que hicieron una virada en el sitio justo. Así pues, pasamos las islas en primer lugar.

Poco a poco fue empezando  subir el viento, las últimas 48 horas de etapa iban a ser un auténtico infierno. El récord de velocidad de la Volvo Ocean Race 2011-12 lo estableció el “Camper with Emirates Team New Zealand” en la primera etapa. Pues en esta etapa todos los barcos menos “Sanya” y “Abu Dhabi” batieron ese récord. Nosotros tuvimos la mala fortuna de que por unas décimas perdimos ese "título honorífico". Más de 565 millas para “Telefónica” y “Camper”, lo que es una auténtica barbaridad para un monocasco.

Durante esas 48 horas y cuando íbamos liderando la flota, exactamente el jueves a las 12:40 am, rompimos el timón de estribor. Iker iba conduciendo y de repente notó que el timón iba flojísimo; Pablo miró hacia atrás y vio cómo nuestro timón se quedaba flotando en mitad del mar. Nos pusimos manos a la obra y en una hora más o menos ya habíamos puesto el timón de repuesto que llevábamos dentro del barco. Maniobra muy complicada: hubo que trasluchar el barco, escorarlo muchísimo, quitar las piezas del timón viejo, colgar a Ñeti por la banda del barco, echar el timón nuevo al mar con unas drizas y luego, con el maretón que había, acertar y meter el timón sin hacer ningún agujero.

Como he dicho, en menos de una hora nos pusimos a navegar a tope. Habíamos perdido el liderato, íbamos terceros y con el cuarto pegado. De nuevo nos tocaba remontar. Y eso fue lo que hicimos. En unas horas íbamos liderando de nuevo la clasificación. En el barco todos estábamos contentos, las cosas parecían que nos salían por fin. El routing, que es la ruta óptima que traza el ordenador del barco, nos decía que teníamos que trasluchar sobre las 22:00 horas, para poner rumbo a Lorient. Pero eso era bastante arriesgado, ya que nos estábamos metiendo en una baja presión, donde había muchísimo viento y olas enormes. Llegamos a ver más de 40 nudos de viento y nuestra punta de velocidad fueron 37 nudos. Cape [navegante] decidió trasluchar un poco antes, sobre las 20:00 horas. Decisión perfecta, ya que vimos que “Groupama”, que venía segundo, trasluchó prácticamente a la vez. Seguíamos líderes y con los franceses controlados.

Sólo nos quedaba aguantar unas horas, menos de 200 millas… Pero nuestros timones no aguantaron. Sobre las 23:00 horas, perdimos de nuevo el timón de estribor, que ahora era el timón de barlovento y el barco se fue de arribada, haciendo una maniobra muy peligrosa, lo que nosotros llamamos chinese gybe. El barco se queda con todos nosotros, las velas, el material del barco, etc. a sotavento. Al revisar los timones también nos dimos cuenta de que el timón de babor estaba dañado. Así que tuvimos que bajar la mayor y navegar sólo con el J4. Esa noche fue una de las peores de mi vida. Después de tanto esfuerzo, trabajo, lucha… todo se fue al traste. 

Sólo nos quedaba llegar lo antes posible, pero con seguridad, ya que no quiero ni imaginar lo que podía haber sido quedarse sin el único timón que teníamos. Tendrían que haber salido a rescatarnos y todo el tiempo hasta que llegara alguien sin gobierno…

Al final pudimos acabar quintos, justo delante del “Sanya”. La llegada más triste de todas las que recuerdo. Vinieron de otros equipos a apoyarnos y decirnos que lo sentían mucho: “Groupama”, “Abu Dhabi”…

Ahora no quiero ni ver la clasificación. Sólo espero que llegue el momento de subir de nuevo al barco e intentar ganar todo lo que nos queda: costera de Lorient, novena etapa (Lorient a Galway) y la costera de Galway.

Un abrazo a todos y gracias por el apoyo demostrado durante este tiempo,

Diego Fructuoso.
Tripulante de comunicación.
Team Telefónica.

Diego Fructuoso nos cuenta un nuevo capítulo de la Vuelta al Mundo de vela
El usuario es responsable de sus comentarios. Se compromete a que no difamen, insulten, contengan información falsa, abusiva, pornográfica, amenazadora, que dañe la imagen de terceras personas o que infrinja alguna ley.
Sportcartagena se reserva el derecho de eliminar los comentarios que considere inadecuados.
Comentarios