viernes. 29.03.2024

Mucho ha llovido ya desde aquella tarde en la que el sevillano Juan Pablo marcaba en la portería del fondo norte de El Collao el gol que acabaría dando el ascenso a Segunda A y a desatar el júbilo entre la afición de Cartagena. Aquella tarde considerada mágica fue la última gran alegría de una afición que, siete años después, espera con paciencia el regreso a la división de plata del fútbol español.

La efemérides, que le gustaba recordar todos los años al fallecido padre Turpín por coincidir con la fiesta de la Ascensión de la Virgen María, apenas es recordada a estas alturas entre unos seguidores que han visto como pasaba el tiempo sin más historias que las tres temporadas que el equipo se mantuvo en Segunda A, el posterior descenso de categoría y los distintos fracasos en los dos playoff de ascenso disputados y la promoción de descenso a Tercera División que, afortunadamente, se pudo salvar.

Aquella tarde en Alcoy un gol de Juan Pablo a pase de Carmona en el minuto 91, cuando el Cartagena tenía un jugador menos en el campo por la expulsión de Viyuela, le permitió al equipo albinegro sellar su ascenso en un choque en el que se adelantó en el marcador en la primera parte, pero en el que vio como el Alcoyano le daba la vuelta al resultado en el segundo tiempo.

El éxito del equipo que entrenaba Paco Jémez -éste sustituyó a Fabri González mediada la temporada- fue tremendamente celebrado por la afición cartagenera. Más de 500 seguidores, entre ellos la alcaldesa, Pilar Barreiro, se desplazaron a Alcoy y otros 4.000 vieron el partido por televisión en el pabellón central de Cartagena, donde se colocó una pantalla gigante para seguir las evoluciones del choque de vuelta de esta eliminatoria y al que se llegaba después de que en el de ida los de Jémez ganasen por 2-1 en el Cartagonova..

Así vivieron estos seguidores un empate agónico y lo celebraron acudiendo al submarino Isaac Peral, lugar habitual de las celebraciones del deporte local. La ocasión merecía la pena, pues Cartagena volvía a Segunda 22 años después.

Ahora, cuando han pasado siete años en los que ha habido de todo, desde grupos que llegaron al Cartagena para agrandar más aún el desastre que ya había dejado Paco Gómez tras su marcha, hasta la posibilidad del descenso y una posterior desaparición, cuyo fantasma llegó a planear durante mucho tiempo en el pasado verano, el futuro parece abrirse de nuevo. Sólo la gestión de Paco Belmonte, Deseado Flores y Manolo Sánchez Breis evitó lo que para algunos ya estaba cantado.

De aquellos futbolistas que lograron el ascenso en El Collao apenas quedan algunos jugando y los que están, como Txiki, Cabrejo o Mena, lo hacen en equipos de Tercera División en los que consumen los últimos días de su carrera deportiva, el meta Rubén que ha vuelto a encadenar su segundo descenso consecutivo –hace un año lo hizo también con el Almería- o el central Armando, ahora jugando en el Elche después de una larga trayectoria futbolística. El resto, salvo Carmona (Sporting) o Nano (Panatinaikos griego) ya están retirados o, como el triste caso de Miki Roqué, fallecido cando jugaba en el Betis por culpa de un cáncer.

Siete años después, el Cartagena volverá a intentar abandonar una categoría maldita de la que los blanquinegros, con toda su masa social a cuesta, necesitan salir cuanto antes.

OTRA EFEMERIDES

Curiosamente, un día antes, el 23 de mayo, también era día de efemerides aunqu esta vez en sentido negativo ya que se cumplían cuatro años del descenso matemático del FC Cartagena, en Córdoba precisamente.

24 de mayo 2009: se cumplen siete años del glorioso ascenso en El Collao
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