La afición cartagenerista dio este domingo todo un ejemplo de cómo hay que comportarse en el campo de un rival directo y de rivalidad regional como es el caso del UCAM Murcia. Y es que, a pesar del masivo desplazamiento de seguidores blanquinegros hasta el viejo campo de la Puerta de Orihuela, con más de 2000 personas, no hubo que lamentar ni un solo problema, ni antes, ni durante ni después del encuentro.
El UCAM, como club organizador, dispuso de un servicio de vigilancia privada, volcada especialmente en la grada que ocupaban la mayoría de los seguidores cartageneros, pero no hizo falta ninguna intervención, como nos confirmaron al final del partido.
Los seguidores albinegros fundidos en abrazos con sus jugadores. Dando ejemplo. Foto RAUL VELASCO/SCT
Sólo los gritos de protestas contra Collantes y contra Isi Ros, algo que ya se ha convertido en un ‘clásico’ contra estos jugadores del UCAM, y algún que otro cántico fuera de tono rompían la buena armonía y la tranquilidad de estos seguidores que apoyaron y animaron desde el inicio hasta el final, pero especialmente en los momentos más difíciles, que fueron los veinte primeros minutos aproximadamente de la segunda parte.
De esta manera el comportamiento de los seguidores blanquinegros fue el correcto y el que cabe desear en cualquier afición, algo que en el Cartagonova se ha echado de menos en bastantes ocasiones, cuando aficiones de otros equipos han destrozado butacas y han organizado peleas como auténticos salvajes.
En definitiva que hubo ‘chapeau’ para todos y cada uno de los seguidores cartageneristas que, partido a partido, demuestran su mayoría de edad. La Condomina fue un buen ejemplo de ello, por lo que cabe felicitar a todos los que lo hicieron posible.
Julio Gracia con unos aficionados cartageneros tras el partido. Foto RAUL VELASCO/SCT
