Lo único que se mantiene inquebrantable en el Elche es el amor de la afición por su equipo, aunque, en esta ocasión, ha tenido que disfrutar del ascenso de una forma comedida, en casa, en balcones, en terrazas o en bares; con el lanzamiento de elementos pirotécnicos que no vieron la luz en la Nit de l’Albà debido a la pandemia; y a través de las redes sociales. También los ha habido que han salido a la calle, con camisetas y banderas, si bien por suerte ha sido una minoría reducida. Las fuentes de la ciudad fueron vaciadas el viernes para evitar el riesgo al contagio del coronavirus con el tradicional baño de celebración.
Los jugadores del Elche que viajan en un casi arcaico autobús celebran el primer ascenso franjiverde a la máxima categoría
El ascenso logrado en Girona ha sido el sexto del Elche CF a lo largo de sus 98 años de historia (oficialmente, 23). La primera vez que subió a Primera División fue en la campaña 58/59, de la mano de César Rodríguez, que lo catapultó desde Tercera a la máxima categoría en dos años consecutivos. Doce temporadas duró ese idilio entre los grandes, en la mejor etapa vivida por el Elche desde que su fundación, en 1922.
Los franjiverdes calienta motores antes del partido
Tras jugar una final de Copa (1969), descender al curso siguiente (1970) y el fiasco del día del Oviedo incluido (1972), el Elche volvió ascender a Primera en la temporada 72/73, con Roque Olsen y después de ser segundo en la liga regular por detrás del Real Murcia, para sumar otros cinco cursos consecutivos en Primera. Tras caer a la división de plata, regresaría otras dos veces a la elite en la década de los 80: en la 83/84, de nuevo con Roque Olsen y después de vivir la decepción del día del Cádiz (1981), y en la 87/88, con Felipe Mesones a los mandos.
Ya en el siglo XXI, el Elche volvía por última vez a Primera en la campaña 2012/13, a ritmo de récord, con aquel equipo que dirigía Fran Escribá. Fue líder de principio a fin y batió todos los registros de la categoría. Después, logró dos permanencias merecidas entre los grandes del fútbol español, a pesar de los problemas económicos, y fue desposeído de lo que se logró en el terreno de juego por culpa del primer descenso administrativo en la historia de la Primera División. Antes había en aquel polémico playoff frente al Granada (2011), en el que un gol anulado a Pelegrín privó de alcanzar un merecido premio en el compromiso de vuelta en un Martínez Valero lleno hasta la bandera.
La afición ilicitana fue tomando sitio en el famoso Huerto del Cura para celebrar un ascenso que anhelaban y que se verificaría a la media noche, después de mucho sufrimiento
Ahora, el camino ha sido de nuevo complicado. Otra vez por culpa de los problemas económicos y, como novedad, del tormentoso final de curso con el caso Fuenlabrada y la pandemia del COVID-19. Sin embargo, el encomiable trabajo de una plantilla súper comprometida y el acierto en la gestión del vestuario por parte de Pacheta y de su equipo de trabajo han llevado al Elche a Primera. Que sea por muchos años. La única pena, si se puede llamar así, es que no le veremos por Cartagena porque el equipo ilicitano siempre ha caído simpático entre la afición albinegra, con la que existe una especie de hermanamiento.
