jueves. 28.03.2024

Una de cal y otra de arena

La expresión una de cal y otra de arena es lo primero que nos viene a la cabeza para definir lo que está pasando cada fin de semana con el equipo. Lo normal es que pensemos en una de cal, jugando fuera, y otra de arena jugando en casa en el año 2017.

Toda la vida nos hemos preguntado cuál de las dos es la positiva y la negativa. Debatiendo en la calle podemos sacar la conclusión de que la cal es más limpia y deja un excelente resultado final una vez aplicada. La arena es más sucia y negativa. En realidad lo que expresa la frase es la unión de dos elementos contrarios para formar la argamasa utilizada en construcción antes de la llegada del cemento. Ambos eran imprescindibles para edificar algo. Pero en el fútbol no conseguimos aplicar el verdadero significado. Para construir el edificio que nos lleve a lo más alto no podemos llegar hasta la última planta para volver a repasar la anterior una semana más tarde. El trabajo se repite y se pierde el tiempo de forma desesperante, lo que lleva a crear dudas y plantearnos si todo estará perfectamente acabado y en el plazo correspondiente.

¿Qué nos está pasando? Fútbol. El fútbol ha sido, es y será siempre lo mismo, y el que no quiera entenderlo no podrá disfrutarlo. Cada semana será diferente. Cal y arena aparecerán en nuestras mentes toda la vida. El lujo de partido que pudimos disfrutar contra La Hoya Lorca nos hizo pensar en un paseo militar ante el Melilla, aunque lo que nos encontramos fue una valla que no pudimos superar. De subir a la cima, y conquistar el cielo, a resbalar y caer rodando una vez más.

Decía mi amigo Pacheta, cuando analizaba el mismo efecto que sufría el equipo durante su temporada, que la presión de jugar en tu estadio con 5.000 ó 6.000 pesaba sobre los jugadores. Tenía razón: si pierdes un balón fuera de casa nadie te reprochará nada. Si fallas un gol fuera de casa nadie te pitará. Si no estás acertado nadie te lo recordará. Es la única explicación lógica que puedo argumentar. Y todos sabemos el nivel de exigencia de la afición.

No jugó Limones y debutó Marcos. ¿Marcos cal y Limones arena? Así ha sido toda la temporada. Imagino que Limones sentirá el peso de las críticas en cada partido, pero ahora le ha tocado a Marcos. ¿Limones cal y Marcos arena? Según leí ayer Marcos acabó pitado. Era su primer día y su primer examen ante la afición. Un tiro un gol. Ahora parece que Marcos es muy malo, por un partido, y tampoco puede ocupar la portería. La paradoja es perfecta. ¿Qué hará ahora el míster? Decía mi amigo Pacheta que en el vestuario intentaban aislarse del entorno para no volverse locos. Recordemos que el fútbol no es lo mismo desde que se creó tuiter. El entorno en el fútbol, lo aplicó perfectamente el desaparecido Johan Cruyff, tiende a ser negativo. No nos molestemos en querer cambiarlo porque está en nuestra sangre.

Un ejemplo muy evidente lo tenemos al ir a cualquier restaurante en una celebración: no me ha gustado el menú, no me ha gustado el sitio, no me han gustado los camareros, etc. Cal y arena para todos las 24 horas del día, los 365 días de año. Y la semana que viene todo volverá a cambiar…

Una de cal y otra de arena
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