El del 1-1 del Algeciras. El que cumple al milímetro su historia y su tradición. Al que estamos acostumbrados los últimos 60 años, al menos, y los siglos XX y XXI. Es rarísimo que falle el guión. Los que estamos ahí siempre ya sabemos lo que nos espera, aunque todo tiene un límite.
1/ Si por lo que sea damos algunas alegrías, aunque no sirvan para mucho, está cerca el petardo que reviente las ilusiones. Tres victorias y… un bajón alarmante del equipo cuando la afición se anima y acude. 2/ Siempre hay que hacerlo ante un buen número de espectadores para que sea grande el número de frustrados y cabreados, nunca ante partidos con entradas escasas. A los que esperan algo, hay que dejarlos sin aliento. En los toros esto se llama “dar la puntilla”. No digamos en los partidos play off. 3/ Al ser el equipo de la caridad hay que ser generosos con los demás. Que viene un equipo con 8 partidos perdidos y en descenso hay que ayudarle. Y si el entrenador es nuevo y no tiene muchas ideas de su equipo en su primer partido es necesario y misericordioso –que para esto es el año- echarle una mano 4/ Los otros, agradecidos, dicen que somos un gran equipo, tras el fiasco, si no el mejor que han visto. Lo que faltaba. 5/ Siempre la pifian cuando van ganando. Y si el disgusto viene al final, mejor que mejor porque no hay quien lo mejore.
Y siempre nos recuerdan que “hemos perdido dos puntos”. Sumen la cantinela y ya estaríamos en Segunda A incluso sin haber jugado el play off…si fuera posible sumando tantos dos puntos perdidos semana tras semana Y todo aderezado con las perlas de este año:
1/ El gol ya llegará. Victor Fernández y Monteagudo con el mismo discurso. Sí, sí, supongo que en junio…o en septiembre cuando haya nuevos jugadores. 2/ Los dos entrenadores nos han mostrado en sus declaraciones, suprimibles, récord de tópicos. Se podían callar. 3/ Los goles fallados son en número de récord. Contra el Betis B, que lo ví, pudieron meter 10, de ellos cinco fáciles. Siempre lo mismo. Asombroso. 4/ No nos vale ser equipo bíblico, con Cristo y Moisés. El Cartagena está por encima de todo esto : su gafe es tan fuerte que arrasa siempre.b 5/ El gran objetivo, empate a empate, es la Copa del Rey. Increíble para un Cartagena que se arrastrará un año más la próxima temporada por esos campos ante 200, 300 ó 400 espectadores. Y encima es emocionante la fidelidad de la afición para un equipo sin futuro en el que no se puede confiar. Es importante el cambio a mejor de la afición, que un amigo mío achaca a que hay más mujeres y más jóvenes. Reconozco que hace falta mucho valor para ser del Cartagena. Como el mío, en la distancia y siendo socio. Supongo que esto lo dirán en las tertulias de la radio en la que esta Semana Santa no he estado. Y lamento –no nos sale nada- que el idilio Víctor-FC que habría sido precioso que terminara bien quedara en fracaso. Una pena. Este es mi Cartagena.