El club albinegro informaba a última hora de la noche de ese acuerdo que estaba atrancado prácticamente desde que comenzaron los entrenamientos. Más de una y mas de dos veces se había visto a Cristo y a Breis o Belmonte conversar acerca de esa rescisión que no llegaba y que mantenía al futbolista alejado del grupo.
Cristo se lesionó de gravedad el pasado 1 de mayo de 2018, en vísperas de disputar el playoff en el que el Cartagena fue eliminado por el Rayo Majadahonda primero y por el Extremadura después. Paradojas del destino, el mismo club que un año antes quiso ficharle acabaría eliminado al Cartagena.
Cristo Martín Hernández, 33 años, se marcha del Cartagena después de un centenar de partidos, de haber sido uno de sus ‘buques insignias’. Capitán y un bagaje de 10 goles en ese centenar de encuentros con casi 8000 minutos.
El Recreativo es el equipo que más ha sonado últimamente para que recale en él, pero todo dependerá de su estado físico y si se encuentra plenamente recuperado de su lesión. La nota oficial del Cartagena se reduce a una línea en la que ni siquiera se le agradece los servicios prestados, algo por cierto bastante inusual en el 99% de los comunicados sobre aquellos jugadores que se marchan y que, en este caso, denota la tirantez con las que ha terminado esta relación que fue idílica en muchos momentos durante casi cuatro años, pero que ha terminado mal.
