Había concluido el encuentro, mientras los futbolistas del Cartagena iban a lo suyo celebrando su recién conquistado título de campeón un grupo de futbolistas del Écija formaban una piña. Estaban escuchando las noticias que llegaban desde otros campos, especialmente del Córdoba B-Mérida, que era el resultado que los mandaba directamente a Tercera División.
Los jugadores del Écija no se lo podían creer, los que estaban arriba, en la grada, los que estaban abajo en el césped, los directivos que se encontraban en el palco….todo un drama inesperado tan sólo unos minutos antes en los que el Écija ya había dado por bueno el empate ‘firmando’ un armisticio del que seguramente acabarían arrepintiéndose.
Los jugadores del Écija descendieron en el último suspiro/RAÚL VELASCO-SCT
El Écija cayó en Cartagena, sí, pero lo hizo con la cabeza muy alta después de poner a los albinegros en más apuros de los previstos. Firmaban así una sentencia que muchos por Écija se temían al tener enfrente al Cartagena necesitado para ser campeón.
Al final, hasta el propio Sánchez Breis, director general, tuvo que consolar a algunos de los futbolistas astigitanos sobre el mismo césped. Cualquier descenso resulta amargo pero en este caso los del Écija ya se veían fuera del declive cuando llegaría el gol traicionero de Francisco Aguza y el casi seguido de Kike Pina en el minuto 90 los dos que dejaban al Écija completamente KO en Cartagena.
Breis apoya a los jugadores rivales tras su descenso/RAÚL VELASCO-SCT
