Con tantos futbolistas veteranos en sus filas a los del Mérida no les resultó difícil perder todo el tiempo del mundo, en la mayoría de los casos con la connivencia del colegiado valenciano Julio Mena, quien normalmente permitió todas y cada una de las acciones en las que, o el meta Felipe Ramos, o Kike Pina, Golobart, Kiu, Chema Mato o Santi Villa, cayeron al suelo como fulminados por arte de magia, para reponerse a los pocos minutos y reintegrarse al juego como si tal cosa.
En este sentido el colegiado solamente amonestaría por tal motivo al guardameta visitante ya que el resto de futbolistas del Mérida ‘lesionados’ claramente se les veía estar en perfectas condiciones a los pocos minutos.
De hecho es muy poco usual que se concedan hasta ¡cuatro minutos¡ en el primer tiempo y otro cinco minutos de tiempo añadido en el final del partido. Lo que sí consiguieron los extremeños con tanta pérdida de tiempo fue acabar rompiendo el ritmo, poco ritmo por otra parte, que los cartageneristas le estaban imprimiendo al choque.
Pero está claro que en el dudoso arte de perder el tiempo muchos de estos futbolistas dejaron muy claro que se tratan de unos auténticos ‘maestros’.