viernes. 29.03.2024

FC Cartagena por Cartagena y viceversa

RICARDO DíAZ-MANRESA El FC por Cartagena y Cartagena por el FC. Ese es el idilio que estamos viviendo y que me contenta muchísimo. Hacía tiempo que no lo veía tan claro…porque nunca hubo algo parecido. Siempre repito que me interesa más la sociología del fútbol que el juego en sí, los...
RICARDO DíAZ-MANRESA

El FC por Cartagena y Cartagena por el FC. Ese es el idilio que estamos viviendo y que me contenta muchísimo. Hacía tiempo que no lo veía tan claro…porque nunca hubo algo parecido. Siempre repito que me interesa más la sociología del fútbol que el juego en sí, los partidos, incluso los resultados, y también el puesto que ocupa mi equipo, que sólo tengo uno y todo el mundo sabe cuál es. El único que me afecta cuanto le pasa.
 
La sociología del fútbol  es su incardinación en la sociedad, su influencia, su relación con el mundo exterior no futbolístico, su prestigio para hacer cosas que lleguen al pueblo y lo que ese pueblo ha hecho por el equipo. Lo que significa como altavoz en la nación. El equipo de fútbol de una ciudad es casi siempre el mayor altavoz para darse a conocer o para mantenerse en el primer puesto –o al menos uno bueno- de popularidad  y prestigio.
 
Cartagena está por el FC. El alcalde, la vicealcaldesa lo apoyan. Las empresas que pueden ayudarle y que todavía son muy pocas han empezado a moverse. La afición, que se congrega en casi 6000 para ver al Jumilla o al Jaén, cifra superior a muchos campos con partidos de la Liga Adelante, de 2ª A. Su apoyo para conseguir el milagro de permanecer en la categoría y el impulso para estar muy poco tiempo en ella soñando con ascender de nivel, que es el puesto que corresponde a esta ciudad.
 
No me imagino lo que sucedería en Cartagena si consiguiéramos pronto dar el salto. Si con lo que hay ahora (buen equipo, resultados regulares, lugar en la clasificación muy mejorable etc) se derrocha esta ilusión y este entusiasmo, qué sería viéndonos donde deberíamos estar y que nunca debimos dejar por un personaje esperpéntico e incompetente, aunque ambicioso y supongo que bien intencionado, con modales y acciones de nuevo rico.
Pero es que el club, como vasos comunicantes, también se involucra ahora en la ciudad. Homenaje a la Policía Nacional, por primera vez en la historia. Más entradas que nunca a los niños yendo a los centros escolares a regalarlas. Venta de camisetas exclusivas para dotar a un niño enfermo de elementos mecánicos que palíen  sus problemas de movilidad. Y todo ello con el niño recibiendo el cariño de la afición en el césped, en el centro del campo, antes de un partido. O sea que los problemas de CT son los problemas del FC. Y los del FC, de CT. Como debe ser. Ese es el secreto del éxito.
 
En Cartagena están sucediendo cosas (cosas buenas) me dicen amigos con los que hablo a menudo. Cosas que siento desde principio de la temporada desde la lejanía de Madrid. Llegan continua y esperanzadoramente. Y parece que estamos ante un nuevo mundo. Y lo estamos porque no he conocido nada igual.  Vamos a fijarnos en los tres niveles que conforman esta situación, sensata e ilusionada.
 
1.- Las fuerzas vivas de la ciudad que se involucran en el equipo, poco a poco y le dan una sensación de solidez, prudencia y esperanza. Queda mucho pero se nota el fluido.
 
2.- La seriedad y competencia de la cúpula directiva, que intenta hacer las cosas muy bien (administrativa y deportivamente) y lo consigue con frecuencia. Esto está atrayendo el apoyo de la masa cartagenera y aficionada que acude al campo como casi nunca en 2ª B y que, a este paso, alcanzará cifras de 2ªA
 
3.- Tranquilidad de la afición con equipo y entrenador, convencida de que las cosas mejorarán aunque ahora sea un equipo resultadista flojo, con mejor juego que marcadores. Nadie se pone nervioso y sabe que esto se arreglará. Le otorga su confianza al equipo directivo y al cuadro deportivo y sabe que está trabajando para mejorar esta temporada y, sobre todo, para poner las bases de un buen  futuro que es el que corresponde a esta afición, que siempre despierta cuando ve algo sensato y serio. Nada de tanta protesta, nada de tanta crítica como casi siempre, nada de nervios. Nada de pasar del blanco al negro y viceversa (como nuestros colores). Nada de afición bipolar, del cero al infinito. Nunca se ha pensado menos en el ascenso que ahora (buena señal) y se disfruta de la tranquilidad de hoy frente a la angustia y casi terror de la temporada pasada. Es más : nadie se hubiera tirado de los pelos aunque el equipo hubiese empatado a cero con el Jaén, que a punto estuvo, y nos hubiera dejando otra vez en puesto de promoción, más o menos.
 
Permítanme que les diga que para mí estos tres niveles juntos es lo nunca visto y que necesariamente, si siguen funcionando al unísono, las cosas deben ir bien. Van a ir cada vez mejor.
 
FC x CT y CT x FC, tanto monta, es la política de identidad y  el sentimiento que hay que mantener. Que empresas y fuerzas sociales sigan ayudando, que la cúpula responsable siga haciendo bien lo que sabe y que el equipo no se vea afectado por angustias y presiones para dar lo mejor de sí.
 
Han tenido que pasar muchos años para que pudiera escribir este artículo. Imaginen lo feliz que me siento. Y es así porque algo (bueno) está pasando en Cartagena.

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