viernes. 29.03.2024
Este es el momento en el que el sueño se convierte en realidad, en el que ya no hay marcha atrás. Una vez confirmada y pagada la inscripción, los regatistas solitarios son conscientes del compromiso que han firmado y que les llevará hasta la línea de salida de Douarnenez el próximo 19 de septiembre.  

A dos meses de la salida
Pero para muchos de los participantes no todo está listo. Empezando por la búsqueda de un presupuesto decente que les permitirá cubrir la mayor parte de los gastos de la regata. No es una cuestión de pagarse un sueldo, sino más bien de intentar que la participación en la Mini Transat Islas de Guadalupe no se convierta en años de reembolso de su sueño a los bancos. Para conseguirlo, los "ministas” saben cómo transformarse en publicistas, agentes comerciales… Financiación participativa, puesta en marcha de un estrategia de capatación de patrocinadores: algunos buscan la implicación de su región, otros se unen a una causa humanitaria o tratan de movilizar una red de amigos y relaciones. Todo es válido para encontrar parte del presupuesto y evitar el endeudamiento. Pero el combate es agotador, sirva como ejemplo el caso de Damien Cloarec, uno de los favoritos, que al final tiró la toalla al no poder encontrar un patrocinador que le acompañara. 

Última oportunidad de cualificación 
Para una minoría, la inscripción todavía depende de la validación del proceso de cualificación. Es el caso de Simon Koster, que terminó su prototipo tarde este año y se jugará su participación en la última regata de la temporada, la Transgascogne. 

Para algunos de los regatistas, el último paso son las 1000 millas en solitario que exige la cualificación reglamentaria de la clase. Una formalidad que suele durar una semana. Por ejemplo, Olivier Taillard, encargado de la supervisión de la construcción del Pogo 3, terminó el pasado viernes por la mañana sus 1000 millas en solitario en la Trinité sur Mer (Francia). 

Una lista fiel al espíritu de la Mini
28 prototipos, 46 barcos de serie, algunos favoritos diseñados para la victoria, otros en búsqueda de una gran aventura, el crisol de la Mini Transat Islas de Guadalupe sigue funcionando. 

Para esta Mini Transat Islas de Guadalupe 2015, la flota estará compuesta por 70 hombres y cuatro mujeres que representarán 14 nacionalidades diferentes. El más mayor es el español Carlos Lizancos, que tendrá 56 años el día de la salida, y el más joven, el francés Quentin Vlamynck que tendrá 22. 

La isla de Guadalupe estará representada por Carl Chipotel que ha montado su cuartel de verano en la Bretaña francesa para perfeccionar su entrenamiento. Por su parte, Rodolphe Victorri ha encontrado una particular forma de entrenamiento, ya que ha conducido su Nacira 6,50 desde Saint-Pierre et Miquelon, su ciudad de origen, situada al lado de Canadá. Además, la flota este año se anuncia muy internacional, con la participación de un regatista chino, un estonio, una australiana… 74 participantes, menos que en la edición anterior, tal vez debido a las duras condiciones de 2013 que han provocado que algunos candidatos se lo piensen dos veces antes de emprender esta aventura. Sin embargo, esta situación también ha dado como resultado una promoción de 2015 que ha multiplicado el número de regatas, pasando más tiempo en el mar, incluso más allá de los requerimientos de la cualificación. Una flota menor, pero seguramente mucho mejor preparada. La Mini Transat Islas de Guadalupe sigue siendo la única regata capaz de reunir a tantos regatistas de una misma clase.

Sobre la Mini Transat - Îles de Guadeloupe 2015
La Mini Transat - Îles de Guadeloupe 2015: En su 20 edición y por segunda vez consecutiva, la Mini Transat vuelve a sus orígenes con una salida en Douarnenez (Francia). El puerto de Cornualles dará la salida a la flota de 84 ministas solitarios el 19 de septiembre hacia Lanzarote, donde los Mini 650 esperarán hasta el día 31 de octubre para atacar el Atlántico. 

Tras casi tres semanas de navegación, los regatistas cruzarán la línea de llegada de la Mini Transat - Îles de Guadeloupe en Pointe-à-Pitre, donde la dulzura del Caribe les esperará. 

En el barco de regata oceánica más pequeño del mundo, cada uno de los patrones utilizará su talento para cruzar las 2700 millas náuticas (4345 kilómetros) que les separan de las Antillas. 

En solitario, cada participante tendrá que encontrar sus propios recursos morales para vivir esta aventura única: una regata transatlántica en un espacio reducido y falto de comodidades donde su mayor reto será el cara a cara consigo mismos.

Todo listo para la Mini Transat Islas de Guadalupe
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