martes. 16.04.2024

Tranquilidad sin enfados porque así es siempre

Se lo puse por whatsapp a bastantes amigos el mismo domingo por la mañana, con la ilusión de alcanzar el récord histórico de 7 victorias seguidas :”Esperemos que hoy ante el Recre no hagamos una de las nuestras”, tras ser el mejor equipo de Primera, Segunda y Segunda B de España en las últimas 10 jornadas, según leí.

Tenía esa pequeña ilusión. Ya sé que no es fundamental, pero sí una caricia de la vida, una alegría después de tantos tormentos.

Pero no pudo ser porque así es siempre. (Y encima uno que yo me sé le gana al Extremadura…Otra gracia amarga…Ahora sí, antes, cuando nos hacía falta imperiosamente, no…)

¿Una de las nuestras? Pues tampoco porque leo que el equipo hizo todo lo que pudo, intentó jugar bien pero no lo dejaron y la afición aplaudió después del empate. Da igual jugar bien o mal. Es la suerte. (Pero, ya ven : el primer `partido de la temporada que olía a play off no se gana. Peor será perderlo entonces, en la hora o el minuto claves. Entonces ya marcarán algún gol Aketxe y Rubén Cruz. No hay que perder la esperanza).

Y si no fue una del equipo ¿de quién fue?. Desde luego de las nuestras. Algún cenizo, acaso una maldición, otra vez la mala suerte…Algo pasa, que está por ahí y que nos impide tener alguna profunda alegría y nos echa en brazos del sino malo de siempre para tener el récord de los récords negativos. El Guinnes máximo de la desgracia, de las penas acumuladas por El Penas.

Cambiará, cambiará todo esto. No hay mal que cien años dure. ¿Hemos superado ya ese período y estamos cerca de lo otro?

Mi amigo, el del Real Madrid, Antonio Rodríguez, al que caló al FC de los plays off pasado porque le faltaba gas, ganas, ilusión, tensión de competición me dice:

-        Lo de Majadahonda no se puede volver a repetir. Es imposible tanta mala suerte.

¿Que no? Las hemos visto muchas veces más verdes : cosas raras, árbitros incomprensibles o muy comprensibles, líos administrativos…Y en el campo no digamos.

Entretanto, adiós al récord de las siete. Ya sé que lo fundamental es el ascenso, pero siempre nos damos contra el muro. No vale que el equipo cobrase la nómina con antelación. Ni por esas. Ni tener a dos personajes con los nombres de Cristo y Moisés. Biblia a lo  grande. Tampoco.

Y pido tranquilidad porque siempre ha sido así para nosotros y sigue siendo. Ya ni me irrito ni me entristezco, sino sonrío escépticamente, con la sorna e ironía del cartagenero…Veo las cosas pasar como los campesinos sabios que no se inmutan. Bueno, lo intento pero no sé si lo consigo.

No alegrarse esperando alegrías (buen resultado para ir con muchísima ilusión al UCAM…). No puedo admitir que sea siempre igual. Que nunca se vaya el cenizo, el gafe, el espíritu negativo…¿Se acabará alguna vez?

Tenemos que comprender que faltan todavía muchos de los que se fueron sin las heridas cicatrizadas después de la tragedia tan reciente de junio.

A veces pienso, exageradamente claro, que da igual quién componga el equipo, con la de diferentes que hemos tenido a lo largo de tantos años.

Le ponemos la camiseta del FC al primer equipo del Real Madrid o el Barcelona e igual tampoco ganan.

Resucitan Di Stéfano, Kubala o Cruyff, los fichamos y nos puede pasar lo mismo.

Y parece que el que espere alegrías que se vaya a un tablao flamenco.

El Penas es el Penas y, aunque no quiera seguir siéndolo, los hados mandan.

Y lo siento por la afición, tan buena, tan fiel, tan de sus colores, pero es… La afición es como la mujer encandilada e ilusionada con el hombre, que lleva una racha maravillosa y, cuando espera el cénit, ¡gatillazo!. Gatillazo del equipo o del club o de ambos. Es la tradición.

Prefiero seguir esperando a la 2ªA. La historia y la categoría de nuestra tierra no se merecen un equipo en 2ªB aunque siempre lo haya estado. A veces, siento vergüenza.

¿Qué exagero con el Penas?. No creo. Llevo 65 años así. Sin levantar cabeza. Que no me lo cuenten…

Y espero y espero y desespero esperando que se vaya de una vez el puñetero gafe.

Tranquilidad sin enfados porque así es siempre
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