viernes. 29.03.2024
Esta tarde del sábado se han dado la mano dos equipos que, en ambición, han sido muy parejos y desde que el partido ha comenzado parecía estar abocado a colocarse unas gafas así de redondas, y así ha sido.

Pensaba que el FC. Cartagena, vistiendo su clásica blanquinegra, y en el segundo tiempo, iba a lograr la victoria aportándonos, la buena suerte que nos había abandonado vistiendo de amarillo, la casaca a rayas. No ha sido así y, al final, hemos logrado un buen empate aderezado, con tres, Balboa, Moreno y Exeita, del mercado de invierno, para dejarnos donde estábamos, pero mejor.
¡Vaya dos equipos representando a dos ciudades hermosas con historia! ¡Cómo nos han acogido! ¡Qué grandeza! ¡Qué maravilla de aficiones!, ¡Cómo han recibido a nuestros peñistas! Dos cielos azulados, dos cunas de artistas y escritores, dos agriculturas, dos huertas, dos campos que han pasado de ser los secarrales de nuestros padres a huertas hermosamente perfumadas y vergeles, donde reverdecen cítricos, hortalizas, cereales, algarrobos buen aceite e industrias, en su caso, de buenos alfareros ¡Qué noble y gran oficio!
Dos equipos que han llegado esta fría tarde con números y estadísticas tan parejas que parecen mellizos, digo mellizos, no gemelos.

El nuestro, fundado o refundido, 1995 y el de ellos creado en 1999, siendo más antiguos que nosotros, en sólo cuatro años.

Gracias a ellos y a los restantes, esta Liga Adelante, por lo visto esta tarde, no está soberanizada, hay oposición, está abierta, lo vemos cada jornada y no es, afortunadamente, un soberano tostón.

Que sí, lector, que quiero que mi Efesé ascienda, más me da igual, el primero, el segundo, el tercero o el cuarto si se mete el Villarreal B.

El Efesé a veces, como ha ocurrido hoy y el pasado domingo, pierde su excelsitud, y se adormece, aun estando bendecidos, hoy ha empatado, siendo bueno. Ayer me preguntaba, desde “un rincón para doce”, si eran galgos o podencos, contesto que sé lo que son pero paciencia, tranquilidad, aguante y sufrimiento que esto es muy largo.

Hoy, si Manuel Ángel me lo permite, después de lo sucedido esta tarde, voy a contarles lo que sigue porque de fútbol, ahora me doy cuenta, esta tarde casi “ná”, ya lo han visto.

Cada vez que nuestro equipo pierde o empata entrando en la dinámica de enfilar la pendiente negativa de ganar tres y empatar uno y perder dos se abren las compuertas del cielo más de lo normal.

Los aficionados vuelven a reclamar lo suyo y se repiten las mismas escenas y en los mismos lugares de siempre; barra del bar, foros de mil y un careto, aulas y tertulias universitarias y hasta, si nos dejasen, en las Iglesias.

Existen aficionados que se quejan absolutamente de todo, que son aprendices solícitos de entrenador metiéndose en los charcos de las alineaciones prometiendo, pueden prometer y lo hacen, una búsqueda ansiosa de responsabilidades que nunca llega a nada y mil formulas para que nuestro JIM juegue a la ruleta dándoles la razón, pero esto, gracias a su personalidad y filosofía no sucede y, no cedas JIM, tú a lo tuyo que es lo nuestro y lo de los demás.

Hace poco le preguntaban, en un diario andaluz, al Presidente, dueño y señor de todo el cotarro futbolero de la ciudad portuaria y también turística y próximo a convertirse en accionista hipermayoritario, si los afectados por los sueños e ilusiones del ascenso al encontrarse sumergidos en arenas movedizas y en zonas psicológicamente peligrosas, por la marcha del equipo, tenían derecho a solicitar ayudas dinerarias, de devolución, por los daños sufridos. La respuesta fue parca, evasiva y tremendamente sintomática: «No adelantemos acontecimientos y se verá».

Francisco Gómez Hernández, no queriendo escaquearse, puso el dedo en la llaga al detectar que lo que pasa es, precisamente, consecuencia directa de esa política de no adelantarse a los acontecimientos de la impaciencia, “en marzo no ascenderá nadie” corroboró Juan Ignacio. ¡Bien dicho!

Si la presión a nuestros jugadores es mas fuerte que el disfrute, puede aparecer la tragedia, quienes están presionando tienen su parte de culpa en el posible descalabro, pero también la tienen quienes han dejado a los futbolistas, si es que lo han hecho, relajarse pensando que todo era miel sobre hojuelas y no movieron un dedo, para impedirlo, teniendo la obligación moral de hacerlo,”responsabilidad in vigilando”, creo que le llaman a eso.

Las exigencias futbolísticas no deben ser sólo para nuestros jugadores y técnicos. Cuando vienen mal dadas, como hoy, somos los aficionados, los comentaristas y periodistas los que debemos obligarnos a empujar reforzando nuestra responsabilidad en la prevención de daños.

Juan Ignacio,¡ tranquilidad! y empéñate con tus pupilos en alicatar, como buen orfebre, esa vajilla de veintitantas piezas que dentro de unos meses será colocada en las vitrinas de todos los estamentos y, entonces, todos querrán apuntarse a vuestros exclusivos éxitos.

Yo ya me apunté porque tengo fe en todos vosotros y más desde que hace muy pocos días os conocí en el tajo, en la Hacienda del Álamo, que es donde se conoce a los profesionales y a los caballeros.

Al final los impacientes, los cenizos, los disconformes y los aguafiestas, como han pagado su abono, querrán que los técnicos y los futbolistas paguen el pato. Ellos flotarán como el aceite y querrán salir, como siempre, de rositas y, cuando escampe, serán los que nos anuncien que el cielo brilló porque ellos estaban allí y fueron quienes cerraron las compuertas de la tormenta.

Nosotros, los transigentes y pacientes, los técnicos y futbolistas y todo el personal de administración y servicios seguiremos igual hasta la próxima, hasta que vuelva a llover sobre mojado pero, queridos lectores, ya llegarán las semanas de incienso y amor.

Pedro-Roberto J.P. En Villamediana de Iregua. Dies3/6: pridie Nonas Martias

¿Y si hoy se hubiese vuelto a perder? Aun empatando, ¡contentos!
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