21 de febrero de 2017, 11:49
Yendo como iba en excelente posición el Cartagena en la Liga 2008-09, la que finalizaría con el ascenso a Segunda en Alcoy, prescindieron del veterano Fabri, un entrenador de carácter -un carácter especial- que es muy posible haya batido marcas de número de clubes para los que ha trabajado, desde luego cerca de veinticinco, incluidos tres portugueses (Esportivo Ovarense, Capomaiorense y Futebol Clube do Marc) y en Grecia, el Panathinaikos. Su última experiencia la tuvo el año pasado en la Ponferradina
Al gallego lo despidió Paco Gómez, de fácil gatillo para fulminar preparadores, sencillamente porque le exigía que el equipo hiciese un mejor fútbol. Paco Gómez interpretró que los albinegros jugaban demasiado directo, muchas vece al patadón, y le hizo el finiquito.
Y el dueño del club se trajo desde el Córdoba CF a su tocayo Jémez, quien triunfó pero después no disfrutó de la prolongación de su contrato. El empresario de Jacarilla y Paco Jémez hablaron al respecto pero hubo una exigencia clave de éste para continuar en la entidad y fue la de que el club mejorase de forma ostensible y radical su estructura deportiva para competir en Segunda. 'El Paloma' no accedió y de nuevo entró en la escena Juan Ignacio Martínez (JIM), quien presenció in situ el ascenso en Alcoy y era un fácil candidato a mano para el reencuentro con el que fue su jefe. JIM firmó una sensacional campaña en la Liga Adelante, la de 2009-201, rozando el ascenso a Primera.
Pero si no hubiese entrado en funciones JIM, se comentó entonces que su pariente Pepe Bordalás, entonces míster del Alcoyano, estaba predispuesto a venir a Cartagena.
Paco Jémez tras su éxito cartagenerista encontró cobijo en la UD Las Palmas con tres campañas en Segunda y posterior salto al Rayo Vallecano, con cuatro años en Primera.
/ G. J.