La campaña 2013-14 fue buena para Fernando. Anotó 18 goles con Tevenet de entrenador y tuvo el honor de hacerle el 1-0 al Barcelona de Martino en el Cartagonova en partido de Copa del Rey antes de la primera media hora de juego. Después llegaron cuatro goles azulgrana, faltaría más. Pero aquella noche el sevillano desbordó a Puyol y batió sin remisión a Pinto. Ambos no están ya en el Barça pero el dato queda para la historia.
La segunda etapa cartagenerista (primera vuelta de 2016-17) ha tenido más oscuros que claros para Fernando al dar un rendimiento de solo 2 goles en cerca de quinientos minutos: once partidos, de los que en 4 partía como titular. Los antecedentes en cuanto a la faceta goleadora no fueron notables: aunque en el Hércules fue segundo artillero con 5 goles en el Hércules en 37 actuaciones, tras el pichichi Portillo, con 9 tantos; y después 3 goles para el Reus en 28 jornadas, en un equipo donde el barcelonés Edgar se hizo con la titularidad y aportó 13 goles.·Esos números no han sido mejorados por el pileño como albinegro.
Belmonte apostó por él tal vez apoyado en el carisma del jugador, como en su momento hizo una apuesta esperanzadora por Víctor Fernández, el sublime futbolista que ayudó al Cartagena a ser importante en Segunda con JIM, que hoy hace las Américas en China, pero que en la tarea de entrenador -mano de hierro con guante de de seda...-no estaba curtido y Montegaudo fue su recambio y el que hizo la revolución del equipo al alza, hasta el presente.
No siempre se acierta en la configuración de las plantillas, nunca al 100 %. Imposible. Una vez cerrada oficialmente la salida 'voluntaria' de Fernando (entrecomillada hasta que lo expliquen los actores), hay que destacar el interés del jugador, su afán, pero el inconveniente de tener, como sucedió en Alicante y en Reus, jugadores por delante que le cerraron el paso. Arturo, Sergio García (de falso '9'), Chus Hevia.
Mal panorama habrá divisado Fernando para sus intereses en el plano deportivo en el supuesto de que siguiese en la plantilla. Al 100% no era santo de la devoción del entrenador y a los hechos nos podemos remitir, aunque un Monteagudo comedido es incapaz de hacer pública una opinión adversa sobre cualquier futbolista suyo o ajeno. El albaceteño mide bien sus palabras. Pero las determinaciones se producen y Fernando, aquejado además por problemas físicos en varios tramos de la Liga, tampoco recibía demasiada bola en el carrusell de las rotaciones derivadas por disponer el club de un muy buen grupo deportivo y humano.
Se marcha Fernando, el compadre de Limones, que estuvo en su boda en Jaén hace un año, como su amigo el expresidente Fran de Paula. No se le recuerda ningún problema en el régimen interno del club esta campaña al delantero. Solo en noviembre sufrió un conflicto y ocurrió en el partido de Jaén cuando un reducido sector de aficionados jiennenses, seguramente radicales, le atacaron verbalmente, a él y a su familia. Su madre tuvo que abandonar el estadio de la nueva Victoria, donde Fernando había sido jugador blanco. Éste fue tal vez su momento más doloroso en la Liga. / G. J.