No puede permanecer quieto Pedro Cordero. Como jugador salido de Cartagena actuó además en Murcia, Salamanca, Albacete, Badajoz, Toledo, Castellón, Cacereño... Y en la faceta técnica trabajó para un ramillete de equipos como Águilas, Torrevieja, ayudó y seguirá ayudando como codirector a la EF Santa Ana con Paco Sánchez e Isidoro García, y fue director deportivo del Tenerife desde la dura Segunda B, y después del Córdoba en su último ascenso a Primera División y seguidamente pasó a sus cuarteles de invierno. Esperando.
Opositó a hacerse cargo del FC Cartagena tras el fracaso de Sporto Gol Man cuando finalmente el grupo de Paco Belmonte le ganó la partida con Deseado Flores (que ganaron al ser los primeros en resolver el problemón de la herida de muerte de los albinegros) y después de un paréntesis en el que no ha dejado de estar en contacto con el fútbol entra Pedro Cordero en el Lorca Deportiva como inversor y director supremo de la cosa futbolística. En comandita armoniosa con la directiva blanquiazul de Joaquín Flores. No le importa a Pedro que en la acera de enfrente esté Xu Genbao y su imperio económico. El cartagenero quiere ascender con el genuino equipo de Lorca a Segunda B y como además es del sindicato de los cabezones no sería extraño que lo consiguiese gracias a su terquedad y conocimientos en la materia.
En sus declaraciones a este medio digital, Pedro Cordero no ha ocultado que tiene el respaldo de su familia. En lo deportivo su familia es su hermano Juan Carlos, también Jorge y por extensión Quique Pina, desligados del Granada CF después de conducir a los de Los Cármenes desde Segunda B a Primera División, y como si se tratase de una franquicia ya están colocando al Cádiz CF por los senderos de un objetivo de altura. Carranza a no tardar mucho será de nuevo estadio de Primera. Afrontar retos es algo que llevan en la sangre. / G. J.