sábado. 20.04.2024

Una renovación ganada a pulso

Si alguien se ha ganado la confianza para dirigir un proyecto a largo plazo ese es Alberto Monteagudo. El manchego ha firmado, hasta ahora, unos números que avalan la decisión de la directiva de renovarle hasta 2019. Ya al final de la temporada pasada se dio un golpe de mano con la renovación del técnico, justo en la víspera de recibir al Murcia en el Cartagonova (al que se venció 2-0).

En aquel momento, el Cartagena aún no había perdido con Monteagudo en el banquillo, una derrota que llegó una jornada más tarde en Melilla, cuando prácticamente todo el pescado de la campaña estaba ya vendida. Su continuidad le ha venido muy bien a un proyecto que ha preferido mantener un bloque. Y los números de esta campaña le están dando la razón. Líder y campeón de invierno, con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado. Evidentemente las cosas se están haciendo muy bien. Su balance como entrenador albinegro es indiscutible: 17 victorias, 13 empates y 4 derrotas en 34 partidos. El triunfo de Monteagudo es el de un entrenador humilde, que llegó al club tras la marcha de Víctor Fernández y aceptó entrenar sin tener una temporada más asegurada. Llegó con un contrato para cinco meses y, por esa apuesta, ha conseguido tener banquillo hasta junio de 2019. Su relación con el vestuario es magnífica y el trato con la prensa, exquisito.

Personalmente, es el primer entrenador con el que suelo coincidir en los análisis de los partidos. Evidentemente, el manchego no tiene una varita mágica y se ha equivocado en muchas decisiones. Por ejemplo, este pasado domingo, ya que los cambios que introdujo no le aportaron la frescura ofensiva que necesitaba el equipo. Lleva varias jornadas tratando de encontrar de nuevo la fluidez que había a principios de liga, pero a cambio ha conseguido dotar de una seguridad defensiva al conjunto que hace que, a pesar de esta mala racha, el equipo siga distanciándose de sus perseguidores.

En líneas generales parece una renovación acertada y ganada a pulso en base a los resultados demostrados. Un gesto de confianza de Belmonte y Breis para con el manchego. Pero que nadie se confunda, todavía no se ha conseguido nada, aunque Monteagudo parece el hombre idóneo para conseguirlo.

Una renovación ganada a pulso
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