viernes. 29.03.2024

Ante un derbi con varias lecturas

El 19 de marzo de este mismo año, el Real Murcia acudía al estadio municipal Cartagonova con el déficit de una distancia sideral, en puntos, respecto al FC Cartagena, que estaba en el machito, arriba en la tabla general, con 12 puntos más que los grana, para regocijo de la Efesemanía. Luego en el campo de juego los pimentoneros le dieron un repaso a los albinegros: 1-3 en un desvaído  encuentro local. Hasta fracasó Germán Sáenz, al que la secretaría técnica echó  a la calle en los de NC y Paco Belmonte aprovechó para cobrar la pieza en el último instante en el mercado de invierno. Luego fue incapaz el canarión Germán de vengarse con un gol a su ex equipo, que es lo que se hace por tradición y lo que ya conoció en sus carnes  el técnico Monteagudo con sus ex Óscar Rico, Chus Hevia, Isi Ros y Artiles. En todos los casos estos cuatro goles encajados fueron importantes para sus beneficiarios Mérida, Marbella, UCAM Murcia y Las Palmas Atlético. A Germán,  hoy en el Logroñés con solo 8 actuaciones y tres veces titular, el preparador albinegro le dio la oportunidad en los últimos 24 minutos de juego, para relevar a Artiles en busca de una solución ofensiva, pero no cuajó. Sí cristalizó el buen partido de Simón Ballester, el joven portero que lo detuvo todo, hasta un penalti, excepto el autogol de Pumar. Simón pertenece hoy como cedido al Lorca Deportiva.

Un derbi siempre es un derbi. Todo puede suceder. Las estadísticas se rompen o se refuerzan y muchas veces echamos mano de los tópicos para dar bombo y platillo al evento, que últimamente está revestido en esta Autonomía por el distanciamiento personal de dirigentes de uno y otro bando, que trasciende al fútbol y arrastra a la toma de decisiones erróneas como es el del jugar de rebote con el bolsillo de las aficiones de Murcia y Cartagena, por ese ramalazo de prepotencia que adorna a los jefes respectivos, en contraste con que puedan tener.  La reconciliación es una asignatura tan pendiente como imposible. Nadie se baja del trono.

El FC Cartagena organizó en el último derbi casi una semana de circo y parafernalia  previas al anterior derbi con actividades lúdicas, culturales, recreativas que, según los supersticiosos, fueron gafadas y ya se vio sobre el terreno de juego aquel Día del Padre con más de 12.000 espectadores en las gradas. El Murcia, que comparecía con doce puntos menos que el anfitrión,  redujo las distancias y con el tiempo se puso por delante en la clasificación por el playoff. Así es el fútbol.

Hoy las campañas de los rivales son distintas, el cuadro grana aparece como inferior en rendimiento respecto al Cartagena, pero la distancia en puntos es asumible para los de amarrategui Salmerón con el pensamiento de dar el salto a las primeras posiciones a medio plazo. No están los grana para tirar cohetes pero es evidente que hay calendario para reaccionar coincidiendo con la recuperación del mago Víctor Curto, que ya hizo el  tercer gol de su equipo en el último derbi,  y lo que puedan conseguir en el mercado invierno (aumentando la deuda) con nuevos fichajes en la huida hacia adelante. Están escalfados en arenas movedizas pero aún respiran y no hay otro milagro que ganar partidos. Y el del Cartagonova es uno de esos encuentros donde no hay que reclamar motivaciones porque llegan de por sí para los dos bandos.

¿Es favorito el Cartagena el próximo sábado 11 de noviembre? Sí. Opinión personal, pero con las naturales reservas por los precedentes.

Ante un derbi con varias lecturas
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