jueves. 28.03.2024

El toro por los cuernos

La ayuda de todos los 'peñistas' en el estadio Cartagonova siempre es fundamental para el equipo, pero expresamente la de quienes –si se comprueba por las autoridades que tienen ese cometido- agredieron a seguidores del Recreativo la noche del sábado 19, esa 'colaboración' no hace falta, es excluible, rechazable y reclama que todas las partes estén en su sitio.

La afición ya se ha pronunciado y lo sigue haciendo en el boca a boca de la calle y en los medios de comunicación que, como Sportcartagena, son el latido de sentimientos plurales a través de sus foros. Cualquier ajuste de cuentas, aparte de ser mafioso de cajón, del manual de Al Capone, en diferido o con la sangre caliente por el momento, debe ser repudiado sin titubeos. Por eso la Federación de Peñas y el FC Cartagena a la par conocen el camino y les toca actuar ya.

En el régimen interno es muy posible se haya hecho, pero estas cosas deben recibir clara y rápida y pública difusión para que no haya lugar a confusiones. Hace catorce años Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, tuvo tolerancia cero con el grupo radical 'Boixos Nois', y por su actitud llegó a recibir amenazas de muerte.

Y sin ir más lejos, hace tres años cincuenta seguidores radicales del Real Madrid fueron expulsados y expedientados como socios madridistas por provocar altercados y enfrentamientos dentro del recinto madridista. Doscientos seguidores identificados con un grupo ultra lograron entrar en el fondo sur del Bernabéu, pero ante su comportamiento, los empleados de seguridad y la policía echaron a 50 de ellos. Y Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, alabó en declaraciones en los años 90 el comportamiento de un conocido grupo ultra, que se ha vio envuelto en varios actos violentos. Mendoza confesó entonces que invitó a varios de los integrantes de dicho grupo a una reunión para "agradecerles su moderación y colaboración en el estadio Santiago Bernabéu por los ánimos que dan al equipo".

Mendoza, tiro de hemeroteca, añadió: "Les dije que estaba muy contento con su actitud y les animé a que conserven la naturaleza por métodos ultracristianos. No debo reñirles, porque dejan el estadio limpio, no tiran botellas al terreno de juego y hasta el momento su comportamiento es correcto". No obstante cuando Mendoza fue interrogado sobre los incidentes violentos en los que dicho grupo se vio envuelto en repetidas ocasiones lejos del Bernabéu, señaló: "Lo que hagan algunos autotitulados Ultrasur en la calle no es asunto de mi competencia, sino de las autoridades del ayuntamiento".

En Cartagena, por fortuna, el comportamiento de los seguidores no es equiparable, pero acciones aisladas como el supuesto ‘ajuste de cuentas’ del 19 de agosto actual ponen en guardia a todos. El club no puede inhibirse, y seguro que no lo hará. Aunque es una tarea ingrata y altamente incómoda pero imprescindible.

El toro por los cuernos
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