jueves. 28.03.2024

Cuatro campañas de 'transición' y la quinta...¡a despertar!

La ausencia del FC Cartagena de Segunda División dura cuatro campañas. De la confortable butaca pasó a sentarse en la vieja silla de maderas con púas de carpintero..Bajó el equipo siendo el vigésimo clasificado con 40 puntos y le acompañaron en la caída Alcoyano y Nàstic. El ascenso se había producido en mayo de 2009 en El Collao de Alcoy y el tesoro de la nueva y boyante categoría se dilapidó, como las grandes fortunas de manirrotos, en una mala campaña con trío de entrenadores en la noria mareante: el valenciano Paco López, que duró cuatro teleadiarios, digo partidos; el catalán Javi López, que aguantó 14 y empató demasiado, lo que le perdió,  y Carlos Ríos, el andaluz enamorado de los Beatles que ponía canciones de éstos en los entrenamientos y que se mantuvo 24 jornadas. Y se dio el coscorrón de la caída. Rios había salvado al Recreativo y ganó prestigio pero el 'milagro' en Onuba no se repitió en la nueva Cartago.  Bajó el equipo albinegro a Segunda B y no lo evitó el refuerzo del delantero Braulio Nóbrega, contratado por Pedro Reverte, que acaba de subir al UCAM Murcia al cargarse al Madrid Castilla en el campo que homenajea a Di Stéfano. El goleador canario aportó 6 goles al 'tocado' Cartagena y de poco sirvieron esos tantos.

Ese año al Cartagena le parieron los machos, encajó golpes llegados por tierra, mar y aire, Reina no reinó bajo palos y  el equipo hasta tropezó con arbitrajes tan pintorescos como el del genial Alfonso Pino Zamorano la tarde del Celta cuando acabó suspendido a falta de media hora por haber sido tumbado un auxiliar valenciano en la banda al sufrir los devastadores efectos de una ataque aéreo…de un potente avión de papel y caer desplomado. Auténtico.

 Desde aquella caída al sótano de Segunda B el Cartagena ha jugado 154 partidos en cuatro campañas (agrego los dos partidos de la pelea con Las Palmas Atlético por la permanencia) en el bodrio donde sigue y de ese cuarteto de temporadas exiliado y marginado del fútbol profesional y de su pastel goloso, solo ha podido jugar dos playoff de ascenso (tumbado en ambos casos por los asturianos Caudal de Mieres y Real Avilés). Con el muy breve José Miguel Campos y Luis Tevenet en el banquillo, respectivamente. Las dos otras campañas han sido de frustraciones aunque aliviada la última con la clasificación para la Copa del Rey que puede traer el miércoles 7 de septiembre al Cartagonova al Hércules, si éste es capaz de ganar antes la primera eliminatoria en Andorra de Teruel a partido único.

Miguel Rivera ya ha pasado seis veces por el Cartagonova como visitante: con el Écija cuatro, con el Águilas una vez y la última con el Almería B

Cumplido el castigo siberiano de cuatro campañas en la 2B, llega la quinta en la que para más inri se va a jugar desde la primera jornada con un indigno balón playero porque así lo quiere un sordo Villar y punto, espera una competición que parece ilusionar a la gente cartagenerista porque los violinistas que llevan el equipo entre bastidores no desafinan por ahora y han sido capaces de convencer con su trabajo. Aterriza una temporada que se antoja puede ser diferente a las anteriores.

Todos los pasos han sido calculados para que el desfile merezca el aplauso y el premio en una Liga en la que no faltan los equipos aguafiestas como ya lo fue el Linares el año pasado en la jornada de estreno del campeonato:0-1. Mas no es el mismo Cartagena ni el mismo conjunto linarense. El del sábado es un cuadro preparado por Miguel Rivera, que ya ha pasado seis veces por el Cartagonova como visitante: con el Écija cuatro y perdió en tres ocasiones,  con el Águilas una vez (2-1) y la última con el Almería B (0-0). Rivera el malagueño dejó la impronta de persona amable y entendida en fútbol y actividades culturales de aquí, seguidor de la Semana Santa, aunque en su estancia cartagenera  tuvo que sufrir y asumió el riesgo de pasar más hambre que frío un perro chico al aceptar la llamada de Luis Oliver y su compañía de teatro que se olvidaba pagar los salarios a su debido tiempo.

Este nuevo Cartagena  2016-17   fue diseñado con tiento y esmero con la base que tenía y el añadido de nuevas herramientas 

Este nuevo Cartagena  2016-17 diseñado con tiento y esmero con la base que tenía y el añadido de nuevas herramientas tiene la responsabilidad de interpretar sí o sí el papel de despertar en busca de algo bueno. Monteagudo ya se ganó la renovación el solo, con los resultados y cambio de decorado (con Víctor Fernández no había diagnóstico ni medicación para el enfermo) por la vía de la practicidad, los ramalazos de juego técnico, el torniquete en la herida sangrante de la defensiva, la conjunción y esos 14 partidos seguidos sin  perder que fueron el trampolín de quien estuvo un tiempo sin trabajo porque cada año sobran más entrenadores en el mercado y los equipos son los mismos.

No queramos ver un equipo perfecto que lo gane todo porque en esta categoría no lo hallaremos. Los que ascendieron el curso pasado por la vía del grupo IV lo hicieron con características  diferentes y sufriendo igual. El Real Murcia, líder indiscutible mientras tuvo gas y ánimo en la Liga, se desplomó antes del playoff y después ante el Toledo y fue el único de los cuatro nominados que fracasó. Y era el que más necesitaba subir. Quitaron del trono a Aira y el relevo (José Luis Acciari) no fue la solución. Todo esto ya lo sabe Belmonte, el diseñador de la plantilla del Cartagena. Arrancar bien en la Liga ante el Linares es muy bueno, pero acabar mejor es el acabose. 

Cuatro campañas de 'transición' y la quinta...¡a despertar!
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