Entre agosto de 2013 y mayo de 2018 Sergio Jiménez ha visto transcurrir su aportación al FC Cartagena como futbolista. Han sido más de 160 encuentros oficiales. Desde niño era blanquinegro por los cuatro costados y seguro lo seguirá siendo después de que con una campaña aún por delante, ha recibido el revés y rescindido el compromiso empujado por una determinación inicial de los rectores del club. De entrada hay que respetar la determinación. No exenta eso sí de la inevitable polémica. Hoy se escarba en la vida y milagros de cualquier deportista que se toma tres gin-tonic una noche, o dos noches en una disco, y le queda la marca. Estas piruetas solo se le perdonan a los ases.
Algunos verán una resolución injusta, además de cruel en grado superlativo la tomada con el futbolista. Se sacará el argumento de que su despido pactado es un golpe bajo a la cantera. Otros 'opinadores' rigurosos considerarán que el club, como empresa que es, ha velado por sus intereses y exige que en su plantel laboral haya herramientas dispuestas a dar el 100 por 100 de rendimiento y si puede ser el 150 por 100, mejor.
A Sergio Jiménez siempre ha tenido la guadaña sobre su sombra de jugador que daba la cara siempre y. su rodilla derecha le ha cercenado poder progresar como todos deseaban lo hiciese en lo profesional. Desde chiquillo se dibujaba en este chico de Los Belones, convecino del emblemático Juan Huertas, la figura de un pelotero que iba a llegar alto. Pero ya con 20 años de edad esa rodilla le ha proporcionado muchos disgustos. Demasiados frenos colocados a su porvenir. El último, que hunde la moral y la autoestima a cualquiera, ha sido el de tener que salir de ‘su’ club del alma porque no entraba en el próximo proyecto. Es duro y cruel tener que abandonar así. SJ quería jugar muchos años más en el Cartagena en Segunda y el episodio del Cerro de Espino, en Majadahonda, donde se dieron la mano todos los malos espíritus para que no se lograse el ascenso, y donde Sergio Jiménez acabó expulsado, sin jugar y sancionado con dureza y sin contemplaciones por Competición, sin tener en cuenta una presunta provocación. El castigo federativo ratificado después cuando el club apeló, y tal vez fue la antesala de que se gestase ese despido pactado.
Cuatro entrenadores en el Cartagena y ninguna crítica. Siempre dio la cara
Sergio ha tenido en 2B, en el Cartagena, cuatro entrenadores y ninguno de ellos ha podido criticarle. Desde Luis Tevenet, que le dio la oportunidad de debutar el 24 de agosto ante El Palo (2-1) en una noche de remontada hasta Monteagudo, que le hizo jugar el 13 de mayo de 2018 dándole los minutos de la basura al relevar a Hugo Rodríguez ante el Écija (0.0) en el cierre de la última Liga, pasando por la tortuosa etapa de Sporto cuando forzaron al fiel Simón Ruiz Díaz a cubrir las espaldas al uruguayo Julio César Ribas en una fase esperpéntica del fútbol cartagenero. Palomeque fue el antepenúltimo entrenador que tuvo SJ,, un jugador que ha confesado varias veces tener los ánimos frágiles. A Palomeque lo sucedió Víctor Fernández.
El historial clínico del de Los Belones ha ido además dando tumbos por la insistencia de la lesión en ser guadianesca en esa rodilla rebelde. Recuérdese cuando un día la Clínica CEMTRO de Madrid, con el doctor Pedro Guillén, recibió a Sergio Jiménez, acompañado del jefe de los Servicios médicos del club, el doctor Pedro Martínez Victorio, para supervisar y lograr una segunda opinión especializada respecto de sus molestias en la rodilla derecha. Se buscaron todos los medios pero por lo que se ve el problema se hizo crónico. Lo cual no quiere decir que el futbolista afectado, de 25 años de edad, no pueda volver a jugar, incluso con la decisión técnica o empresarial del FC Cartagena que asume las críticas dejando en la orilla el sentimentalismo. Para mí la dura salida del club ha sido correcta si su convicción al tomar decisiones era total.