sábado. 20.04.2024

Las Palmas, una final diferente a la de hace tres años

Tres años atrás (se cumplirá el 31 de mayo) el Cartagena esquivó  con un empate a un gol el descenso a Tercera División en el campo Anexo del estadio Gran Canaria,  un terreno al que vuelve este domingo como colíder del grupo y en una situación muy diferente.  Aquella mañana ocurrió uno de esos milagros que se dan de vez en cuando en el fútbol. Porque el conjunto de Manolo Palomeque llegó a estar ese día descendido durante 15 largos minutos con la desazón metida en el cuerpo. Fueron los minutos que iban desde el 64, en el que Jesús  Álvaro marcó el 1-0 para los canarios al 79 cuando el cordobés  Carlos Martínez, que hoy soporta el folletín Mauricio/Raúl Moro en el Real Murcia, metió la cabeza a un pase del ‘granaíno’ Gato,  que salió a jugar lesionado un minuto antes, para marcar el tanto de la permanencia. Había entonces una plantilla diezmada, corta y aplastada por la herencia de Sporto que estuvo en el absoluto desgobierno hasta que llegaron Belmonte y los hermanos Flores.

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Once inicial del Cartagena que salvó la categoría en Las Palmas, hace tres años.

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Las Palmas Atlético con Germán Sáenz (primero de la derecha, arriba) y Jesús Álvaro (2º por la izquierda, abajo), junto a Artiles. / Tintaamarilla.

Del equipo albinegro de aquella gesta en el borde del precipicio solo queda Sergio Jiménez. Alguno de los héroes de aquella jornada ya se ha retirado del fútbol, como Jorge Luque.  En los tres años transcurridos el Cartagena ha evolucionado en sentido muy positivo. La campaña siguiente alcanzó plaza en la Copa del Rey dejando en la estacada al Mérida en la última jornada y en la actual campaña disfruta de una envidiada estabilidad institucional, es colíder en el grupo de competición y sabe que esta nueva salida a Las Palmas de Gran Canaria tiene todos los perfiles de una final entre las nueve que restan, pero no del calibre que lo fue la de aquel último día de mayo de 2015, entonces sin vuelta de hoja.

Visto lo visto se espera, se desea y se exige  que el domingo 11 este Cartagena, desconcertante en propio campo y con apagones y desconexiones  como si no pagase el recibo de la luz, se vista en Canarias con el traje de equipo todoterreno, como en el ejemplo más reciente en el 'Bahía Sur'  de San Fernando,  capaz de vencer demostrando que en lo de desenvolverse fuera del Cartagonova no le gana nadie. Y como contrapeso no es preciso añadir que va a tener la papeleta de un mal rectángulo de juego, no bien cuidado, impropio de un filial de club de Primera, y enfrente un adversario con muy buenos números en la segunda vuelta, aunque ocupante de una plaza de descenso, lo que le hace más peligroso pero también más preocupado.

Las Palmas, una final diferente a la de hace tres años
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