Ganar el primer partido de la nueva Liga en Jumilla no es nada extraordinario para el Cartagena. Es lo más normal y consecuente con sus aspiraciones. Es verdad que vencer ya, con las urgencias de impedir un crecimiento del pesimismo futbolístico, se celebra porque es algo que evita preocupaciones que solo se irán con los resultados en los campos de juego.
La del domingo en el ‘Uva Monastrell ‘ha sido la primera de muchas victorias que serán necesarias para que el equipo conducido por Gustavo Adolfo Munúa acabe la Liga a mediados de mayo para entrar en la fase de ascenso a la Liga 1, 2, 3.
La pasada campaña el Cartagena de Monteagudo terminó la competición regular campeón con una cosecha de 20 triunfos y once empates. Tan solo se permitió siete derrotas, dos de ellas en el estadio Cartagonova ante Betis Deportivo y Marbella. El Extremadura, cuarto clasificado, obtuvo 17 victorias e igualó nueve veces, con 12 derrotas. Y fue el que ascendió al dejar KO al Mirandés, Deportivo Fabril y al conjunto cartagenerista con un gol del defensa Pardo en la ida en Almendralejo.
Y en la anterior campaña, 2016-17, el campeón Lorca FC triunfó en 21 encuentros de Liga, con diez empates y 7 fracasos, y el Cartagena que fue cuarto en el grupo tuvo que sumar 18 victorias, firmó once empates y admitió nueve partidos perdidos.
Por lo general esas son las credenciales, en puntuación, para poder llegar a las eliminatorias siendo uno de los dieciséis clasificados del total de grupos. Colocando como referencia los 71 puntos conseguidos en el pasado ejercicio para alcanzar la mejor plaza, la de ser campeón, al Cartagena le quedan por sumar en la presente Liga 66 puntos de los 99 que aún le quedan por disputar.