viernes. 19.04.2024

La urgencia del fichaje de un portero

No, no es la primera vez que en el fútbol cartagenero, con una competición en marcha se tiene que localizar un guardameta con urgencia para que cubra una baja imprevista. Sucede ahora por la ausencia de Pau Torres por tres largos meses. Hay precedentes. Porque la larga y obligada ausencia de un portero en el Cartagena la campaña del ascenso en 1981-1982, por la expulsión del canterano Sebastián (25 años entonces) en un rifirrafe organizado por el meta cartagenero en El Almarjal, forzó a la directiva presidida por el joyero madrileño Mariano Carrera Moya a contratar un nuevo guardameta. En el entonces secretario técnico Florentino Manzano recayó la responsabilidad de buscar a toda prisa una garantía para la portería y Manzano no fue demasiado lejos: se desplazó al Noroeste de la provincia y localizó en el tercera división Caravaca a Paco López, cuando éste tenía 27 años y la experiencia de haber jugado en Granada y en Sabadell, en una división superior.

Entonces no existía el mercado de invierno en el fútbol. Las sociedades anónimas no habían asomado las orejas en el mundo del balón, ni existían las federaciones de peñas,, ni el tuiter agresivo, fabuloso, bendito y maligno al mismo tiempo. En Cartagena solo funcionaba la Peña Cartagenerista, de Paco Hernández Rubio  'El Macho', dueño de una bodega en calle del Aire. La única peña (funcionaba la Anvipa, pero a otros niveles más modestos).  Había otras normas futbolísticas  y en unos pocos días Florentino lo arregló todo para el debut de Paco López. El Almarjal estaba clausurado temporalmente por la Federación (castigo al canto) y se jugaba en La Condomina, ante el Andorra con sus camisetas tricolor, en la presentación del nuevo portero, que ya debutó fuera el domingo anterior, en Reus.  Y el de Cuevas de Almanzora fue albinegro hasta los 33 años de edad. Hoy sigue residiendo en Cartagena y en un año se jubilará como responsable de una empresa de seguridad en la ciudad.

La baja temporal de ‘Sebas’, que era hijo de Críspulo, trabajador portuario y colaborador del Cartagena, fue cubierta con garantías y el equipo ascendió en el final de liga en Torrejón de Ardoz y con el mismo guardameta jugó en Segunda toda la etapa del presidente Andrés Martínez Prieto, que coincidió con los inicios de otro portero canterano, Juanmi (Juan Miguel García Inglés), debutante con 16 años con el entrenador Uribarri en un partido en Lérida. Después Juanmi pasó a la plantilla del Real Madrid en una operación que implicaba un autorizado cambio de residencia. El joven portero se matriculó para estudiar flauta en la capital de la nación. Nunca fue titular en el primer equipo de la entidad madridista pero sí en el filial con García Remón de entrenador y con el tiempo llegó a ser fijo en Primera, con el  Real Zaragoza (nueve campañas) y en el Depor (una temporada), y en el Real Murcia de Joaquín Peiró y luego del galés Tosach,  e internacional absoluto ante Polonia en el Cartagonova, hace diecisiete años, con el visto bueno de Camacho, que fue cicatero y con 3-0 en el  marcador le concedió cerca de diez minutos al relevar a Molina. Gran elenco el rojo aquella noche con Luis Enrique, Hierro, Paco Jémez, Valerón, Raúl González, Urzáiz, Etxeberría...

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