miércoles. 17.04.2024

La veteranía no es fórmula infalible para subir a Segunda

Se avecina una segunda semana de julio en el panorama del FC Cartagena SAD, con prefijo ByB, de mucha actividad. Terminar la anterior campaña demasiado tarde y además escaldados al perder las últimas batallas obliga a moverse en muchos frentes y en poco tiempo. Estresados van a acabar los currantes. Confección de la plantilla y lanzar una convincente Campaña de abonados que será la quinta que aborda Paco Belmonte, que comenzó utilizando la Vespa de museo como reclamo con Deseado Flores.

En lo deportivo a Munúa, que es lo que más se mira con lupa,  le están preparando una plantilla de todo menos bisoña manejando cientos de nombres para aumentar la competitividad en los partidos clave. Y es que no se puede admitir actuaciones como la de Sanlúcar de Barrameda (3-1), Talavera (2-2) y Valdebebas (3-1, y gracias al gol de Elady) por citar algunas tardes de ‘pájara’ presente. 

La carreta del nuevo proyecto del FC Cartagena debe ser tirada por los bueyes de un plantel  adecuado  y que de entrada vaya agradando a la clientela y este nuevo año se recurre  a reconocer que la veteranía es un grado. Pero cabe poner en antecedentes que el Cádiz ascendió  en junio de 2016 a Segunda tras esperar seis largas campañas  desesperado en la Segunda B y dio el salto con futbolistas como Alberto Cifuentes (36 años), Abel Gómez (33), Dani Guiza (35) Jandro (36), Mantecón (35), pero también es cierto que el Mallorca en 2018 para subir no necesitó tanta gente veterana como los cadistas y así los puntales isleños fueron  el meta exalbinegro Manu Reina (32 años), Salva Sevilla (35) y Xisco Campos (35).  Uno de los más emblemáticos, Abdón Prats, no pasa de los 26 años.

La media de edad de la Ponferradina, que también ha ascendido de manera fulminante, tampoco está próxima a la de los acogidos en un Asilo de ancianos (Yuri, 36 años), Zabaco (30);  y del Mirandés se puede decir lo mismo: Limones (32), Kijera (32), Melli (34) y David Prieto (36) que apenas ha jugado de titular.

El UCAM Murcia de José María Salmerón subió a costa del Castilla  pero tampoco se pasó de la raya fichando veteranos para alcanzar la meta que le hizo acordar con el Ayuntamiento murciano arreglar La Condomina pagando un buen dinero el emperador Mendoza. El riojano Escalona (30), que se lesionó de gravedad;  Robles (33), Biel Ribas (30), Checa (32) eran los veteranos universitarios entonces en el equipo.

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Juan Cabrejo, con 33 años, era el más veterano en el plantel del último ascenso del Cartagena. / Foto Archivo

El propio FC Cartagena hace diez años en la campaña del ascenso en El Collao, al empatar con el Alcoyano (2-2) en un partido inolvidable  utilizó muy pocos veteranos: Juan Cabrejo (33), Mariano Sánchez (30), Mena (30) y el meta reserva Castilla (30). El canterano Leo, hoy director general del Efesé del Polígono,  tenía entonces menos de 27 años.

Es palmario que el éxito de un equipo que quiera y deba ser ganador y no incurrir  en altibajos, con más bajos en los momentos clave como lo son los de una fase de ascenso en unas condiciones leoninas (suben 4 de ochenta participantes) que consienten los clubes que deben mandar en la Real Federación Española de Fútbol, no estriba en la edad sino en el rendimiento uniforme: unidad, disciplina y responsabilidad. 

La veteranía no es fórmula infalible para subir a Segunda
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