jueves. 25.04.2024

Tres malditos minutos

Tres minutos le bastaron al Marbella, en colaboración con la defensa del Cartagena, para llevarse un partido. Tres minutos y nada más. Demasiado premio y demasiado castigo. Tres minutos no son nada en el fútbol y ayer lo fueron todo. Lo pudimos ver todos. Los que viajaron y los que se quedaron. Dos goles encajados en tres malditos minutos que dejaron KO a equipo y afición.

El dato no sería tan desagradable si no fuera porque se suma a la derrota de la semana pasada y todo lo que supone después. Ni Arturo ni Limones son los culpables de lo de ayer. Ni el entrenador ordena que se deje a un jugador rival totalmente sólo dentro del área en una jugada a balón parado. Ni el entrenador le pide a Ramírez que se marque un gol desafortunado en propia meta. Ni le indica a Rivero que lance un penalti, en un momento clave del partido, al palo. Ni busca que el equipo pierda el control lanzando balones largos sin sentido. Ni jugar un sistema determinado habría cambiado el resultado. Ni jugando 45 minutos más la bola habría entrado.En tres malditos minutos el Marbella encontró lo que no pudimos hacer nosotros en 90. Es preocupante.

La segunda derrota consecutiva supone que se apriete la clasificación. Hay varias lecturas: la primera plaza sigue siendo posible. Ya se daba por segura la victoria del Lorca FC y la distancia es la misma. El quinto, Melilla, está a cinco puntos, por lo que el margen de error se estrecha. Nos vamos a poner de los nervios en las jornadas que restan mirando cruces y resultados. Ni están todos clasificados ni están todos fuera del playoff, lo que hace que el error se castigue con demasiada dureza. Y ayer volvimos a los errores de siempre. Pero recordemos que los equipos que llegan a los playoffs sobrados y con todo hecho tienen mucho que perder. Si llegas con la tensión propia de la competición la dinámica es diferente. Y la dinámica actual, palabra en boca de todos, puede cambiar.

¿Falla el sistema de juego? Los errores atrás y la falta de acierto arriba no están ligados al sistema. El equipo, y los jugadores, no saben jugar a otra cosa y en la segunda parte quedó plasmado. Se dominó el juego en todo momento sin premio. Con otros nombres el resultado fue el mismo. Los palos y la defensa rival fueron más eficaces que nuestros remates. No tiene explicación racional lo que nos pasó. Recordemos que todo entrenador que ha pasado por aquí ha sido criticado. Juegue como juegue el equipo y estando en cualquier posición de la tabla. Si se jugaba mal y se ganaba, había que jugar bien. Si se juega bien que se puede jugar mal y ganar igual. Si se marcaba a balón parado, que sólo se marca a balón parado. Si marcan los medios, tienen que marcar los delanteros. Si sólo marcan los delanteros, tienen que marcar también los medios. Si repasamos los años de playoff podemos ver que todos han sido diferentes. No hay un patrón exacto que te lleve al ascenso, no existe. Un resbalón nos llevó a Segunda. El caso es que estamos resbalando nosotros y la dinámica autodestructiva es lo que más nos afecta...

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