viernes. 19.04.2024

La Farola de El Lago: El sueño de una noche de (casi) verano

¡Tranquilos!, que no les voy a hablar de la célebre obra de William Shakespeare, llevada al cine por Michael Hoffman. Aunque… podría hacerlo, pues en esa obra, se entremezclan amores “apasionados”, y de eso quiero que trate este articulo, de la “pasión” por algo.

Ese algo, es nada más ni nada menos que, “EL FÚTBOL” si señores con mayúsculas, sin temor a que alguien me diga que eso es un tema menor, y poco profundo. Hoy quiero hablarles de la trascendencia que, ese deporte tiene en todos los ámbitos de la sociedad actual, y ya digo, sin temor a que los más intelectuales me digan… hombre Loren el futbol no tiene tanta importancia. ¡Claro que la tiene! y ahora mismo lo voy a demostrar. El fútbol, es hoy por hoy, la mayor industria de “nuestro” país, España. Fíjense y ¡pásmense! solo el fútbol profesional, ha generado durante el año 2.017, la increíble cifra de 3.260 millones de euros, a eso súmenle los miles de millones, (digo bien miles de millones) que las escuelas deportivas generan, más la ropa de deporte etc. ¡tremendo!, no hay ni una sola industria en España que, genere esa barbaridad de dinero, y de puestos de trabajo. Periódicos y periodistas, en papel y digitales, emisoras de radio y televisión. Pero… ustedes se han parado a pensar lo que significa el fútbol a nivel social.

El fútbol, está presente en prácticamente todos los hogares españoles, en dependencias de trabajo, en restaurantes, en comidas de negocios. Forma ya parte de nuestra cultura, y cuando alguien dice… eso a mí no me interesa, es porque no se ha parado a pensar el enorme peso específico que este deporte tiene sobre la economía Nacional. Pero es que, además señores, el fútbol tiene algo que lo hace diferente a todo. El fútbol te “enamora”, te hace soñar, hace que niños, jóvenes, mayores y ancianos, lloren de alegría, y también lo hagan de tristeza. Ahora, vamos a detenernos en un importantísimo detalle. ¿Por qué? cuando un equipo asciende de categoría, la afición crece enormemente. No es porque el fútbol sea mejor, ni es tampoco porque de pronto se han hecho nuevos aficionados, ¡no señores! es sencillamente porque, la enorme fuerza de repercusión social que tiene este deporte, hace que cuando hablan de tu ciudad, en telediarios, periódicos y cualquier circulo a nivel nacional y hasta europeo, te sientas feliz de ver que tu ciudad suena a todos los niveles, y sientes el orgullo de ser de ese sitio que, nombran todos los días.  Eso naturalmente, hace que acudas a los estadios que, se amplían para ver a tu equipo, enfrentase al de otra gran ciudad.

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Una vez que ya estás enganchado, las circunstancias hacen que, cuando las cosas ya no van muy bien, se produzca la “criba” y solo queden los que, de verdad han sentido desde niños la necesidad de “vivir ese espectáculo. Entre estos últimos se encuentra servidor. Lo digo de verdad, porque después de mi familia y mi trabajo, no hay nada en el mundo que me guste más que, ver a mi equipo del alma, al que representa a mi ciudad, y al que me hace vibrar un domingo si otro también.

Situados ya totalmente, en lo que (para mí) representa ese… podríamos decir “mayor espectáculo del mundo”. Paso a hablarles, del emocionante momento que vivimos deportivamente, en nuestra querida Cartagena España. Nos encontramos a un “pasico” de conseguir mi “sueño”, y el de miles de cartageneros, este sueño es conseguir que nuestra ciudad, con 220.000 habitantes, y con un precioso recinto deportivo, vuelva a competir en el futbol profesional. Por eso habrán observado ustedes que todas las fuerzas vivas de la ciudad, y todos los partidos políticos se están volcando en “ayudar” de alguna manera a nuestro equipo, la razón es poderosísima el fútbol mueve montañas.

Esta semana, (vísperas de recibir al Celta B) sueño cada noche y lo hago, como dice el titulo de este articulo, (solo que no es una noche de (casi) verano ¡son siete!) pero siete noches llenas de ilusión, y de ansiedad porque llegue el domingo, y bajar la” Rampa” de nuestro estadio abrazando a “to” el mundo, le conozcas o no. Una vez que (si quiere la providencia, y la clase de nuestros jugadores) hayamos eliminado al Celta B. (al que desde aquí, saludo con el máximo respeto). Es justo que, mande un gran saludo y felicitación desde esta mi “Farola del Lago”, a todos los componente de la plantilla y cuerpo técnico de nuestro equipo. Y también es mucho mas de justicia, felicitar tanto a Paco Belmonte como a Manolo Sánchez Breis a los cuales les deseo todos los éxitos posibles, porque sus éxitos son los nuestros. Hay un dicho que, he encontrado en www.portalsolidario.net, que dice. Se es donde se pace, no donde se nace. Este dicho hace alusión a lo siguiente. Cuando el lugar donde has nacido no te da aquello que necesitas, lo normal es abandonarlo, en busca de otro que si pueda proporcionártelo. Nosotros los Cartageneros futbolísticamente les estamos muy agradecidos tanto a Paco como a Manolo. Vivimos tiempos de sosiego social, los jugadores quieren venir a Cartagena, aquí, saben se van a respetar sus contratos porque la seriedad institucional es magnífica, El ambiente es muy bueno es todos los aspectos. Por eso, la reciprocidad entre Paco y Manolo con la Cartagena futbolística, debe equilibrarse en su justa medida, Vosotros como gestores sois de “chapó” y nosotros (la afición y los estamentos de la ciudad) hemos puesto en vuestras manos, las herramientas para que, bien manejadas se construya un futuro esplendido.

Para rematar este  SUEÑO DE UNA NOCHE (CASI) DE VERANO, falta la “guinda”, la dificilísima guinda deportiva. Toco madera (una carpintería entera si fuera necesario) si por desgracia, (porque a lo largo de mi vida he visto de todo) no se consiguiera el ansiado ascenso, os ruego que, lloremos todo lo que haya que llorar, pero… inmediatamente nos sequemos las lagrimas, y digamos esa frase tan literaria, DECIAMOS AYER…

P.D. Tengo el inmenso placer, de dedicarle esta “Farola” a un chaval de 19 años, al que solo he visto y hablado con el dos veces, su nombre es Domingo Martínez García. Les aseguro a ustedes que, gozar de su presencia, de su “inocencia”, de su pureza y de su sonrisa perpetúa, es un bálsamo que todavía me dura, y me sirve para mitigar cualquier sombra de tristeza que tenga. Este chico es burgalés de nacimiento pero lleva 13 años en  Cartagena y luce por todos lados la camiseta de su equipo el F.C. Cartagena. No me extraña el orgullo de sus padres, cuando caminan a su lado, yo les comprendo perfectamente. Un abrazo Domingo y otro a tus padres.

 

La Farola de El Lago: El sueño de una noche de (casi) verano
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