Hace unos días, mi admirado amigo (periodista, locutor de radio, escritor, actor…y más cosas) Jaime Cros Gil, me enviaba un “whatsApp”, (cómo cambian los tiempos, antes eran señales de humo) en él, me decía que uno de mis artículos le había transportado al Palacio de Aguirre, a sus tiempos de Radio Juventud de Cartagena. Ni que decir tiene, que me llenó de orgullo saber que he tenido el “poder” de hacer que un lector a través de mi modesta columna, piense en otro tiempo vivido por él.
Una vez satisfecho mi orgullo personal, (qué le vamos a hacer, uno es humano) me puse a pensar, y naturalmente… (Como siempre) mi imaginación ¡voló!, y me vino a la cabeza eso precisamente, nuestra querida Radio Juventud de Cartagena. Servidor, vivía a dos pasos del Palacio de Aguirre (lo he dicho muchas veces, en la calle del Alto). En esa bendita radio, me hicieron mi primera entrevista como futbolista, nada menos que, José Monerri y Paco Lasheras. Fue con motivo de ser servidor el capitán del equipo juvenil Rápido C.F. y haber ganado un torneo local. Pero…el recuerdo que tengo del Palacio de Aguirre, y de Radio Juventud de Cartagena, es una preciosa e inolvidable historia personal que me ocurrió unos años antes.
Debo decir que, mi relación con el Palacio de Aguirre era muy grande, pues en su puerta (Iluminada por las luces de las siglas de la falange F.E.T. Y DE LAS J.O.N.S.) los críos de la época (que no sabíamos siquiera lo que era la falange) jugábamos a todas horas, puesto que por esa fecha (1.953-54) no pasaban apenas coches, si acaso los de La Unión y alguno más, pero muy pocos. En ese Palacio ejercía de conserje el Sr. Vives, que tenía tres hijas, Antonia, era la mayor, se casó con un gran futbolista catalán, que vino a hacer el servicio militar, y naturalmente fichó con el Cartagena, (U.D. Cartagenera era entonces) ese futbolistase llamaba Espelta, y formaba una magnifica línea media, con un gran jugador cartagenero ¡Jesules!.
La segunda hija era Ana María, que se incorporó a la radio como sincronizadora y afortunadamente sigue con nosotros, y la tercera se llamaba Pepi y se casó con un gran amigo mío, también futbolista, José Antonio Jaime Pérez, que afortunadamente sigue viviendo en Madrid. Bueno, pues ahí va mi historia. La cuento tal como la retengo en mi cabeza. Por aquellas fechas, las emisoras de radio (todas) vivían de las entrevistas, discos de canciones dedicadas, y sobre todo de concursos radiofónicos. Naturalmente, Radio Juventud de Cartagena no iba aser menos, y organizó un concurso, que rápidamente se hizo muy popular, se llamaba ¡LO TOMA O LO DEJA! y consistía en que el presentador hacía una pregunta sobre cualquier “tema”, si el concursante respondía acertadamente doblaba la cantidad de dinero en juego, y entonces el presentador preguntaba ¿lo toma o lo deja? y así sucesivamente hasta que el concursante se plantaba o perdía todo.
Un día llega a mi casa mi tío Antonio Pagán Cano, peluquero de solera, que afortunadamente sigue entre nosotros, y nos dice…me han dado un vale con el número seis “pal” concurso de la radio, pero yo no puedo ir. Rápidamente, sin pensármelo dos veces le dije que me lo diera que yo me presentaba. Mi tío, dijo, no te van a coger porque eres muy pequeño, pero le convencí y me lo dio. Me presenté “to” nervioso, en la sala de emisiones, que estaba llena, y empiezan a nombrar los números de los concursantes, y nombran ¡EL SEIS!, me puse “pa” que me diera algo ¡era el mío!. En principio, el presentador me vio pequeño y no me lo daba, pero al final accedió a dármelo. Servidor, era un manojo de nervios, esperando mi turno, y éste, por fin ¡llegó!. Me llaman , y entre las risas de la gente (al ver un crío) empiezan las preguntas, acerté las dos primeras, (eran muy fáciles) y ya iba por cincuenta pesetas ¡una fortuna!. Llega la tercera pregunta, silencio en la sala, y servidor “pa” que me diera algo, y me preguntan ¿Cómo se llamaba el torero cartagenero “Gavira”?, por poco me desmayo, y le respondo (ante el estupor de todos) se llamaba Enrique Cano Iribarne “Gavira”, nació en Cartagena España, Calle de la Pólvora nº 8, el día ocho de Enero de 1893, lo mató un toro en Madrid, el día 3 de Julio de 1927, el toro se llamaba Saltador, y era de la ganadería de Pérez de la Concha,al entrar a matar le empitonó por la ingle, y rodaron los dos muertos torero y toro.
El presentador se quedó mudo, y la gente no salía de su asombro. Y entonces me pregunta ¡muchacho! y tú como sabes eso, y le respondí lleno de orgullo, ¡es que era mi tío abuelo!. Me dieron las cien pesetas y un grandísimo aplauso, y salí “disparao” “pa” mi casa a dárselas a mi abuela Concha, (la hermana del “Gavira”) que no se lo creía, me regaló cinco pesetas, y me fui al cine Central a ver “Tarzán en Nueva York”. Mi tío abuelo “Gavira”, tiene desde el año 1994, un monumento en Cartagena, gracias a Manolo Sánchez Juárez, presidente. del Club Taurino de Cartagena, quien además, se encarga desde entonces de su cuidado y mantenimiento. Es obra en bronce del escultor y pintor Juan de la Cruz, y está ubicado junto al Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, frente al colegio Marista.
El Palacio de Aguirre acogía las instalaciones de Radio Juventud de Cartagena en los años 50 y siguientes.
No sería servidor digno descendiente de “Gavira”, si no me aprovechara del tirón popular de esta columna, para solicitar a la Concejalía de Cultura, sea colocada una placa en la calle de la Pólvora, conmemorativa de su nacimiento en esa calle. Es cierto que el toreo ha perdido protagonismo, pero no es menos cierto que, Gavira fue un bienhechor de nuestra ciudad, (Cartagena-España) ya que todas las corridas que celebró en ella, (que fueron muchas) lo hizo sin cobrar ni un céntimo, dejando todos los beneficios para la Casa de Misericordia, y para el Hospital de “Los Pinos”. Por ello, y por qué lo creo de justicia ¡pedido queda!.
Para terminar este artículo, y volviendo a lo que es el “argumento” del mismo, la casualidad quiso que, en 1955 José Luis Sáenz de Heredia, dirigiera una película que llevaba por título “Historias de la Radio”, protagonizada por Francisco Rabal, José Isbert, Tony Leblanc, etc. En ella, se contaban varias historias, y una de ellas era un calco de la mía, (quizá más emotiva) pues se trata de un maestro de pueblo que, a petición de todos los vecinos, acude a Madrid a un concurso de “Lo toma o lo deja” para recaudar fondos, y poder enviar a Suecia a una niña del pueblo ciega, para que sea operada. El maestro, empieza a participar y a ganar y doblar para obtener el máximo dinero, y en la última, le pregunta el locutor, ¿Quién marcó el primer gol del partido de fútbol inaugural del estadio Anoeta de la Real Sociedad?. El hombre, se desmaya, y todo el pueblo (que lo estaba oyendo) se echa a llorar. De pronto, el maestro se levanta y dice…¡lo marqué yo! ¡yo soy Pichirri! y lo marqué de penalti. Fantástico y emotivo, (todo el cine llorando).
En fin señores, espero les guste esta historia real. Como siempre, muchas gracias a todos mis lectores,
P.D. “Tengo para mí”, que este artículo, debo y quiero dedicárselo al “maestro” de la radio y del periodismo, Jaime Cros Gil, y darle las gracias por haberse convertido en un seguidor de esta modesta columna, “La Farola del Lago” Un abrazo Jaime.