viernes. 29.03.2024

La Farola del Lago: ¡Y... fue de Primera!

En cualquier profesión es muy difícil llegar a la cúspide de tus aspiraciones personales, pero… hay algunas en particular donde el número de los elegidos es muy limitado; por eso, los que llegan tienen que ser forzosamente los mejores. En este articulo deseo expresar la admiración que me causa un paisano nuestro (cartagenero) del que tengo una opinión excepcional. Se trata del ex-árbitro de primera división, ALONSO GOMEZ LOPEZ. Mi amistad con Alonso, es de toda la vida, pero solo es cercana desde hace unos pocos años, en parte debido a que, la dedicación intensa a mi profesión, y a mi vida familiar, me ha privado de cultivar amistades fantásticas, que hoy afortunadamente puedo disfrutar, y Alonso es una de ellas.

No obstante, siempre he seguido el deporte y me he sentido orgulloso de que, un paisano nuestro, cartagenero de pro, haya triunfado en el dificilísimo mundo del arbitraje futbolístico en España. Siempre que he visto a Alonso por la calle, posiblemente por asociación de ideas, y por su aspecto, siempre pulcro, y muy cuidado, mentalmente le he colocado una elegante capa, y lo he trasladado al célebre Café Gijón de Madrid, de tertulia con los personajes de la generación del 27. Pero… enseguida vuelvo a la realidad, y me encuentro con una persona, totalmente inmersa en el mundo actual, que sigue amando su profesión, y que no ha dejado en ningún momento, de estar en contacto con lo que ha sido su vida, EL DEPORTE. Hoy, con más fuerza que nunca. Como saben mis lectores, cuando escribo un artículo sobre un personaje, (generalmente, de nuestra ciudad, Cartagena-España) nunca suelo acudir a los datos biográficos, pues mi intención, es resaltar en unos pocos trazos, la personalidad y los rasgos más característicos de la persona a la que me refiero, (otra cosa es que lo logre).

De Alonso se ha escrito mucho, y por ello, es muy fácil apretar un botón en internet, y tienes plasmada su vida, tanto laboral, como profesional del arbitraje. Alonso, por su dilatada carrera arbitral, ha estado siempre rodeado de grandes compañeros, pero ha tenido uno en particular, Jesús Zaplana de Miras “El Moro”, que ha sido, su inseparable compañero y ayudante en su profesión deportiva, y con el que, he tenido el placer de hablar sobre el protagonista de este artículo. Yo diría que, a Zaplana de Miras, le encanta recordar su vida al lado de su “jefe” y amigo, por el que siente verdadero cariño y admiración. Por ello, para mí ha sido muy fácil acercarme al lado humano de Alonso, a través de la persona que más de cerca le ha tratado. Ya me he referido anteriormente, al aspecto personal impecable, que transmite Alonso. Pues bien, este mismo aspecto, era el que ofrecía a través de la pantalla de TV. cuando televisaban algún encuentro que el arbitrara, aparte del orgullo que, como paisano podía sentir, por sus buena actuaciones, (que eran casi todas) le veía impecable, con los dobletes de las medias, perfectamente colocadas, y llevando con elegancia y gran porte, el uniforme arbitral.

UNA ANÉCDOTA FABRICADA POR  'EL MORO'

Pero todo ello, no libraba a Alonso de tener sus “manías”, que naturalmente solo conocían unos pocos, y que, en este artículo, que pretende ser distendido, servidor, pueda acercar a mis lectores a conocer el carácter jovial de Alonso. Se iba a celebrar un importante encuentro de primera división, arbitrado por Alonso, y con “El Moro” de juez de línea, y naturalmente el trío arbitral, entra a los vestuarios para preparar el ritual pre-partido, (equiparse, revisión de fichas etc.) en esto, al “Moro” se le ocurre gastarle una broma a Alonso, resulta que este, tenía la costumbre de ponerse en los partidos una elástica de sport, de esas con agujeros, que según el “Moro” tenia mas años que el tabaco, y que para Alonso era su “amuleto”. Pues llega el Moro, y le esconde la elástica. Alonso empieza a vestirse, y cuando va a coger su amada elástica, no la encuentra. Empieza a revolver el equipaje, y no aparece, Alonso, en el colmo de su angustia por no encontrar su elástica, empieza a echar por la boca ¡¡¡me caaago en tooo!!! ¡¡Dónde está mi elástica!! “selaolvidao” a mi mujer echarla a la maleta. El Moro no sabía dónde meterse, pues la cosa ya estaba hecha, y no podía dar marcha atrás, y además para colmo, fue uno de esos partidos que no acaban de salir las cosas del todo bien. Alonso llevaba toda la tarde mascullando la pérdida de su “amuleto” hasta que por fin el “Moro” naturalmente, se lo contó como una broma que le había gastado, y Alonso lejos de incomodarse rompió a reír, llamando al “Moro” de todo menos bonico.

Alonso, que como buen Cartagenero dedicó su vida laboral a “La Basán”.

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Alonso con su amigo Zaplana de Miras 'El Moro' a su derecha.

Ha seguido unido hasta este mismo año, al arbitraje, a través de su labor como informador del comité técnico de árbitros, y continúa siendo profesor de la escuela de entrenadores de la Región de Murcia. Es Alonso, un hombre tremendamente amante de su familia, de la que presume, de su esposa Juana Mari, de sus hijos Raúl y Carmen María, y de sus nietos a los que adora, y habla de ellos con los ojos brillantes.

Pero Alonso, no es solo todo lo que estamos contando (que es mucho) Alonso, en otra faceta de su vida, (que no es motivo de este artículo) ha brillado a gran altura. Ocupando un puesto importantísimo, seguro que avalado por todos sus méritos. Afortunadamente, pese a que no podemos vernos a diario, los dos manejamos regularmente los medios actuales de comunicación, y bien a través del teléfono, o del whatsApp, estamos muy comunicados. Yo le deseo que siga tan activo como siempre, que no deje nunca su pasión, que es el arbitraje, aunque sea de veteranos, que siga siendo un gran cartagenero , que además ¡…FUE DE PRIMERA!.

Como digo siempre, muchas gracias a mis lectores, por seguir los artículos de esta “Farola del Lago”, que espera con ansiedad, el embellecimiento de su entorno, para que esa Plaza tan bonita, y tan emblemática, recupere su perdido esplendor.

La Farola del Lago: ¡Y... fue de Primera!
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