sábado. 20.04.2024

Lo que va de ayer a hoy

En uno de mis recorridos mentales, (cuando a veces cierras los ojos y piensas en otros tiempos) me viene a la cabeza, lo difícil que tienen las nuevas generaciones, (y no tan nuevas) salir al mercado laboral para encontrar un trabajo, tengas formación académica o no la tengas. Y este desalentador pensamiento, me hace retrotraerme a los años 1.955-1965, donde todo era tan distinto… rápidamente me apresuro a explicarles.

Equipo de Zinsa campeón de empresas 1959-60-1960-61
Equipo de Zinsa campeón de empresas 1959-60-1960-61

En uno de mis recorridos mentales, (cuando a veces cierras los ojos y piensas en otros tiempos) me viene a la cabeza, lo difícil que tienen las nuevas generaciones, (y no tan nuevas) salir al mercado laboral para encontrar un trabajo, tengas formación académica o no la tengas. Y este desalentador pensamiento, me hace retrotraerme a los años 1.955-1965, donde todo era tan distinto… rápidamente me apresuro a explicarles.

Entre los años 1955-1965, Cartagena se fue poblando de industrias. Refinería, fertilizantes, Butano, Zinsa, Hidroeléctrica etc. Que unidas a las ya existentes, Unión Explosivos Rio Tinto, Peñarroya, Empresa Nacional Bazán… estas últimas con más de 50 años asentadas en nuestra ciudad, conformaban un enorme tejido empresarial que, naturalmente, hizo descender el paro en nuestra ciudad hasta límites increíbles.

Por aquel entonces, se desató una fiebre futbolística en Cartagena, y más concretamente entre las empresas industriales, organizando torneos entre ellas. Estos torneos eran seguidos con verdadero interés por la afición futbolera, llenándose de público tanto el campo de los juncos, como el del Almarjal, llegando a tal nivel de competitividad, que las empresas pugnaban por "”fichar” para su plantilla a los mejores jugadores locales. Podría hacer una lista larguísima de jugadores que, por el mero hecho de saber darle a la "bola” consiguieron puestos de trabajo en esas empresas. En aquella época de bonanza laboral, Zinsa (de cuya plantilla he formado parte, durante cuarenta y siete años, 30 de los cuales como jefe de Laboratorio y Control de Fabricación) se proclamó durante varios años campeona del Torneo, regalándonos como premio, viajes a Madrid para presenciar las finales de la copa del Generalísimo (como se llamaba entonces).

Volviendo a mi recorrido mental, y aterrizando en el presente, me doy cuenta del cambio experimentado por nuestra ciudad, ya no existe el cinturón industrial, (solo queda el Valle de Escombreras, que por supuesto, los que "velan” por la pureza medioambiental están deseando que desaparezca) también es cierto que, afortunadamente veo pasearse por la ciudad a trabajadores jubilados de esas empresas, muchos de ellos con más de ochenta años, a los cuales el haber trabajado en esas empresas, no solo les ha ayudado a mantener a sus familias, y superar con dignidad su vida laboral, si no que, ahora mismo se encuentran muy bien de salud, y la única secuela que les ha quedado, es el recuerdo de haber sido útiles a la sociedad.

¡Si señores!, así como suena, "útiles a la sociedad” porque sin Zinc, no se podrían galvanizar las farolas, ni las rejas, ni proteger del oxido los cascos de los barcos, de los aviones etc. Sin el acido sulfúrico de Unión Explosivos no se podrían hacer Superfosfatos, ni medicinas, plásticos, papel… y sin el plomo y la plata de Peñarroya, no se podrían hacer baterías, pigmentos, aleaciones, municiones, soldadura, joyería…por todo ello señores, los que hemos trabajado en esas empresas, hemos contribuido al progreso de la sociedad.

Y piensen ustedes que, todo eso se seguirá extrayendo de las entrañas de la tierra, a no ser que se invente un huerto ecológico, donde se puedan plantar latas de cerveza vacías y crezcan chapas de acero. Ni que decir tiene que, el cierre de una empresa industrial, para algunas personas, es motivo casi de tirar cohetes de contentos que están. Este, desde luego no es mi caso, pues cada vez que se cierra una empresa, y se pierden 200 o 300 puestos de trabajo, es para mí un motivo de tristeza, porque se estrecha cada vez más la oferta industrial para nuestros hijos o nietos.

 Perdónenme mis lectores, pero es que me he calentado, no en balde, mis años de experiencia en la industria, los he compaginado, con más de cuarenta años en lo que ahora es la UPCT, en el departamento de ingeniería química y ambiental, al lado de mi jefe, compañero y amigo D. Joaquín Moreno Clavel, y este hombre, pionero en la investigación medioambiental, fue sacristán antes que fraile, ya que no solo inició (iniciamos) la investigación medioambiental, si no que, al propio tiempo también lo hizo en la industria, y de sus sabios consejos, aprendí que ambas deben ir separadas, pero siempre paralelas, pues las dos son imprescindibles.

La verdad es que estoy un poco "quemado” cuando leo en el diario LIBERTAD DIGITAL = El negocio del Apocalipsis: Al Gore (profeta mesiánico del cambio climático) cobra 240.000 euros por conferencia, además de una suite de 300 metros, coches de lujo, paseos en yate etc.etc. Este ínclito señor que, entre avión y avión, se pone delante un ordenador, agarra un modelo y recrea una composición virtual de lo que le da la gana, y recibe premios académicos, honores…por profetizar por ejemplo que La Manga en cuarenta años se habrá sumergido. ¡Claro! como de aquí a entonces, el estará "criando malvas” pues bueno, que le llamen embustero. ¡Qué pena! que este señor no naciera 65 millones de años antes, y que por aquel tiempo no se pudieran hacer "virguerías” digitales. Hubiera evitado (virtualmente) el cambio climático que supuso la desaparición de los dinosaurios, o el cambio climático que supuso la separación de los continentes, o el cambio climático que convirtió el vergel Siberiano, en la desolación vegetal actual.

Retomando el hilo futbolístico, (una vez pasado el "calentón” industrial, les contaré una anécdota que viene muy a cuento sobre la facilidad que había en aquellos tiempos para encontrar trabajo. Mi querido amigo (recientemente fallecido) Paquirri, gran futbolista, buen entrenador, y mejor persona, regresó a nuestra ciudad una vez acabada su vida futbolística en el campo profesional. Naturalmente la preocupación por su futuro era muy grande, y así me lo comunicó. Servidor que siempre me he llevado a gala tener una gran amistad personal con Paco, le aconsejé que no se desanimara, pues había vuelto en un momento álgido del deporte futbolístico en las empresas. Efectivamente así fue. Rápidamente le llamó la empresa del Valle de Escombreras Butano S.A. para incorporarle a su equipo futbolístico, y a su plantilla laboral. Y en esa empresa se retiró mi buen amigo, dejando tras sí una estela de buen trabajador. Sirva este articulo, un poco de homenaje a Paquirri, por tantísimos años dedicado al futbol en todas sus facetas.

Obviamente, (como he hecho toda mi vida laboral) seguiré velando con mi modesta aportación, por la pureza del medio ambiente. Pero lo haré sin demagogia, y sin dogmatismo, entendiendo que, hoy por hoy, la vigilancia del medio ambiente y la industria, deben caminar al unísono, en pro del mismo fin, ¡aire limpio y trabajo para todos!. Como siempre, muchísimas gracias a mis lectores, por la atención que le prestan a mis artículos.

PD. Quiero dedicarle este artículo, (por expreso deseo de ellos) a dos amigos de muchos años, técnicos químicos, de la empresa de instrumentación científica GOMENSORO. A los cuales, les deseo muchos éxitos. Y agradecerles me hayan hecho esta petición, que yo gustosamente realizo. Ellos son Jesús García de la Fuente y Silvia Túnica.

Lo que va de ayer a hoy
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