El destino ha querido que Cartagena y Alcoyano vuelvan a verse de nuevo las caras. En realidad sólo van a ser los nombres de los clubes y los aficionados los que perduran porque futbolistas no queda ni uno de aquellos. Ni los Maestro, Diego Jiménez, Linares o Fernando Martín por citar sólo algunos de los más ilustres alcoyanistas o los Ruben, Txiki, Cabrejo, el inolvidable Miki Roqué, Mariano Sánchez, Pepe Mena o Viyuela están ya en ninguno de los equipos aunque sí en la memoria colectiva de muchos, especialmente de los cartageneristas.
Pero aún así este Cartagena-Alcoyano doble no se lo salta un galgo y va a ser una de las eliminatorias èstrellas’ de estos cuartos de final. Los que más saben dicen que está muy igualada, yo lo único qué sé es que va a traerme algunos de los mejores recuerdos de los últimos años. La de veces que he recordado con mi hijo, que ya es mayor, aquel gol de Juan Pablo tras la cabalgada épica de Carlitos Carmona, por no decir la cantidad que le he contado la película de El Collao a mi hijo pequeño que, ahora sí, tendrá la oportunidad de vivirlo en primera persona.
No sé lo que pasará, francamente. Me gustaría que se repitiera la historia pero soy realista y sé que no será fácil a menos de que este Cartagena de nuestros pecados se transforme y vuelva a ser ese equipo alegre que nos encandiló a muchos durante la primera vuelta, mientras Paco Belmonte no se le ocurrió tocar lo que tan bien funcionaba.
Puede que veamos una eliminatoria igualada aunque, francamente, puede ocurrir de todo. Yo, fiel a mi costumbre, quiero ser optimista y voy a ser todo lo optimista que puedo porque el playoff es muy distinto a la Liga. Aquella vez también era difícil y yo me pregunto que porqué no puede repetirse la historia y porqué Arturo no puede recuperar ese olfato goleador que tiene taponado en las últimas 16 ó 17 jornadas pero que, precisamente por ello, no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante claro. Y me pregunto, en suma, que porqué no puede clasificarse el Cartagena para las semifinales y seguir ilusionando a esta afición que, seguro seguro, va a apoyar a su equipo y van a luchar por la victoria.
El Alcoyano tenía que ser. Sí. ¿Y qué?