viernes. 29.03.2024

De los errores también se aprende

Una vez más, un año más, el Cartagena vuelve a fracasar en su enésimo intento de ascender a segunda A. Es la tercera vez desde el último descenso. Hay que respirar profundo y analizar los errores, que han sido unos cuantos, para volver en agosto con la ilusión renovada. Y en ello estamos ya.

Voy a contaros algo que nunca había dicho hasta ahora, pero que siempre he tenido presente; unos días después de consumarse el último descenso del Cartagena, uno de los muchos ‘cenizos’ que tenemos sueltos por esta ciudad negada en lo futbolístico, se me acercó por la calle y me dijo: “Hasta dentro de otros 20 años no ascenderemos de nuevo”. Y se marchó tan campante tras soltar aquella bravuconada. ¿20 años?, me dije. Puff, no quiero ni pensarlo, fue lo único que pensé.

Pues bien, ya han pasado cinco años de aquella especie de maldición y vamos camino de la sexta temporada en segunda B. Cinco años alimentando esperanzas, tratando de fabricar sueños e intentando cumplir siempre con nuestra obligación, que no es otra que la de mantener dignamente a este diario digital con sus mismas señas de identidad que cuando nació, es decir, libre, plural, independiente y con la ilusión de sobra para dar cabida a todo lo que concierne al Cartagena y al resto de deportes de la ciudad. A todos. Cuesta trabajo. Mucho. Sobre todo cuando recibimos las críticas injustas de muchos que no tienen ni idea de cuál es la auténtica realidad y de cómo y quién y de qué manera nos llegan las noticias que, por mucho que el señorito Breis, dicho sea con todo el respeto, se empeñe en defender que no están contrastadas, no hay nada más lejos de la realidad. Y pese a todo, tenemos que ser, y seremos, de los primeros en recuperarnos para tirar de nuevo del carro de la ilusión. Así un año, y otro, y otro más. De los ocho años que llevamos de existencia cinco lo hemos pasado en Segunda B. Y se hace duro. Pero también te hace fuerte.

Así que, a pesar de los pesares, a pesar de los agoreros, a pesar de que algunos nos quieran ver hundidos, a pesar de que Belmonte y Breis se hayan hecho lo más parecido a nuestros enemigos no se aún por qué, a pesar de todos los pesares, vamos a seguir muy cerca del Cartagena. Y vamos a redoblar nuestro apoyo y a pensar en ese ascenso que está por llegar y que la gente joven de la última hornada aún no conoce. Y eso sí que me duele.

Formación inicial del Cartagena en el Miniestadi/FCC

Formación inicial del Cartagena en el Miniestadi/FCC

Porque la ilusión no se puede perder. Hoy no veo twitter de los twitteros más productivos que ahora están escondidos. Hoy, precisamente, es el día en el que hay que ser fuertes para decirles a esos que, como mis hijos, se preguntan por qué somos del Cartagena y por qué tenemos tan mala suerte. Mis hijos, los tuyos y los de todos, a esos son los a los que hay que levantar y volver a ilusionar. Somos del Cartagena, sí. Yo lo soy desde que mi padre me llevaba a El Almarjal con tres años. Lo mismo que yo hice con mis hijos. Y lo seguiremos siendo hasta el final. Blanquinegros y cartageneristas.

Por eso puedo decir, sin que nadie opine que “ahora no es el momento”, me veo con licencia para pensar que el Cartagena, que este Cartagena ya estaría en Segunda si alguien como el periodista Paco Belmonte por ejemplo hubiese sido más humilde, hubiese dejado al equipo como estaba en el mes de enero y, cómo mucho, se hubiese limitado a suplir la vacante dejada por Fernando y poco más. Esto parece que no se puede decir porque entonces eres anti cartagenerista y anti-todo. Yo, lo que sé, es que Belmonte y Breis han pecado de falta de humildad por encima de todo, seguramente habrán querido lo mejor pero espero escucharles o leerles en algún sitio que se han equivocado. No creo que por pensar así me vayan a crucificar aunque quien sabe.

Quería decir que, a pesar de todo, vanos a seguir estando cerca del Cartagena. Y pienso seguir apoyando para que este equipo vuelva a intentar el ascenso, reconociendo las muchas cosas buenas que se han hecho en este club pero también los fallos, que los ha habido y que son los que han condenado a este equipo a seguir un año más en la categoría cuando todo estaba a su favor. Que de los errores también se aprenden y este es un buen momento para aparcar la soberbia y volver a ser humilde. Sería un buen paso y todo un gesto para volver a empezar.

De los errores también se aprende
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