Reaparezco después del 1-2. Con alegría. Más que alegría, felicidad. Y, por supuesto, con esperanza. Corría el agosto 2017, estaba yo en la playa onubense de Punta Umbría y ese mismo dia el Cartagena le ganaba en el Cartagonova por 3 a 2 al Recreativo de Huelva. Seguía el mismo entrenador tras el fiasco, uno más, del FC, regalando el ascenso al Lorca. Un Lorca que hizo el ridículo y no ha desaparecido de milagro. Para milagros, los que hace el FC cada año. El regalo este año fue doble : Majadahonda y su rayo y el increíble Extremadura.
El primero que no se sabía si existía (aunque ahora le sacarán partido clubes potentes : menudo chollo es encontrarse –y casi regalado- con un ascenso tan difícil en esta categoría). El segundo, con una población tan pequeña, estará ahí mientras lo vapulean un día sí y otro no.
El caso es que desde aquella tarde onubense me planteé no escribir. Sabía que iba a tener muchas críticas porque con ese entrenador era imposible. (Pero como decía un torero -no recuerdo ahora si El Gallo o El Guerra “Hay gente pa tó” y tenía a algunos encandilados…)
¿Con ese entrenador que salían de jugar y perder un play off con doble eliminación y en esa temporada que comenzaba sería campeón?. Pues sí, con ese entrenador…con un equipo mejor que él y no aprovechado ni bien dirigido. Y ¿se puede decir que es un entrenador fracasado el que lo hizo campeón y dos años seguidos luchar por el ascenso? Sí, se puede.
Mal fichando en enero del 2018, peor diciendo que si subía se iría una gran mayoría y después se fue esa mayoría no subiendo, fichando esta temporada muy tarde pero puede que bien y menos mal que la incógnita de otro entrenador, discutido pero por sus hechos los conoceréis. Todo el mundo en esta vida se debería fijar en los hechos y nunca en las palabras.
Por ejemplo, las palabras dicen que hay 7000 socios y los hechos que al campo van unas 5000 personas entre socios y no socios.
Falta mucha claridad y acertar en lo deportivo, ya que en la administración parece que aciertan. Y más dar información y menos oscurantismo.
Así que con la alegría del domingo, que me pilló en Sevilla, y salvado el impacto del maldito rayo que nos partió, pues aquí estoy.
Añadiré, aunque mis críticos no lo entiendan, que no me subo al carro porque tampoco sabemos dónde acabará este carro, pero siempre hay que tener esperanza. Y que sepan mis críticos que tres personas de fútbol, aquí en Madrid, vieron los seis partidos del play off. Uno de ellos, delegado de campo del Real Madrid durante años y su conclusión fue:
1.- No he visto un equipo con más mala suerte.
2.- Pero no tenían tensión de competición. Blanditos, lentos y sosos como su entrenador. Y el último partido con el Extremadura no podían ni andar y parecía que el partido y el ascenso no les interesaba.
Ese entendido de fútbol y exdelegado de campo de los merengues se llama Antonio Rodríguez Rubio. Y le pueden preguntar.
Esa fue la realidad y parece que ahora esa parte se está corrigiendo.
A la ciudad de Cartagena le pasa que está mal gestionada, mal defendida y además con mucha mala suerte. Al fútbol le puede pasar igual salvo que la gestión no es mala…aunque sin resultados. Y con caprichos como el del entrenador fracasado, impuesto dos años y medio porque le da la gana a los BB.
Además, una ciudad, cola de león, puede aspirar a poco, teniendo en cuenta además el cariño que nos tienen las autoridades murcianas provinciales, regionales y locales, sin disponer de medios informativos propios que nos defiendan y que pidan contundentemente lo que necesitamos.
Alguna vez tendrá que ser el año del ascenso.
Hoy además es el día de mi Virgen, la Virgen de La Piedad. Buena fecha para reaparecer en SportCartagena.