jueves. 28.03.2024

Este debe ser mi Cartagena

 Hace un mes describía lo que, en mi opinión, era el Cartagena. Este es mi Cartagena, equipo en el que se repetían una serie de adversidades siempre, que le daban una personalidad inquietante para quienes queremos lo mejor para el conjunto de nuestra tierra. Inquietante e irritante. Incluso desesperante. Ahora voy a escribir “Este debe ser mi Cartagena”, el que he visto en la añorada distancia desde hace un mes. 

Administrativamente sigue siendo un ejemplo después de lo que sucedido en los últimos tiempos. Se han presentado los avales, se han pagado las nóminas, se han puesto al día. Económicamente, ha habido una muy buena taquilla en la visita del Real Murcia con una entrada casi espectacular para la categoría, superior a casi todos los partidos de ese día en Segunda A y un ambiente que para sí lo quisieran muchos estadios. Deportivamente habían ya renovado al entrenador –espero que sea un acierto- para dar una prueba de tranquilidad y futuro, gesto fundamental para conseguir buenos objetivos. Y de continuidad, que es lo que nos falta siempre, que vamos a salto de mata (lo que nos mata) y dando bandazos (lo que nos hace pedazos).

Incluso en la victoria ante el Murcia tuvimos suerte, que es lo que nos falta casi siempre. Los palos se aliaron con los de blanco y negro, salió un buen partido que fue una gran alegría y no la decepción de siempre cuando se espera algo. Hubo juego y goles en los momentos oportunos e incluso un antiárbitro para recordarnos lo que le pasa tanto al Cartagena. No podía ser todo bueno. Ahora leo que van a mantener el gran bloque de un equipo que ha dado muy buen resultado últimamente e intentarán renovar a todos los jugadores que son garantía para que el bloque se consolide y se perfeccione y la temporada próxima podamos oler a Segunda A, porque lo que no sea eso es un fracaso para la Cartagena futbolística y la afición del FC.

Ya está bien de ir a campos vacíos que demuestran lo que es esta categoría que hay que dejar ya. Que la ciudad vea que el fútbol es fundamental como altavoz y que miren al Leicester, por ejemplo, y comprueben una vez más lo que llevo escribiendo años y años sin cansarme pero un poco harto de que pocos lo lleven a la práctica o convencidos vayan en esa dirección. Leicester, que nadie sabía dónde estaba esa ciudad e incluso que existía y ahora es el gran tema de todos los medios informativos del mundo. O comparen al Atleti de antes y después de Simeone.

En fin, que las cosas se están haciendo con cabeza, el programa es bueno para el gran objetivo de la Segunda A y así será menos difícil conseguirlo. Porque así debe ser mi Cartagena y dejar de ser el que era. La Segunda A, el fútbol profesional, está cada vez más cerca siguiendo este camino. Incluso hemos tenido esta temporada el gran ejemplo de una afición que ha entendido y aceptado, como nunca, el fracaso de no estar entre los primeros y que incluso no desertó de ir al campo y de animar a los suyos. Lo nunca visto en una afición que era o todo de blanco o todo de negro. Muchas circunstancias, que invitan, por tanto, al optimismo.

Este debe ser mi Cartagena
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