Estoy que no me cabe el gozo de ver a mi Cartagena en Segunda División, como estoy seguro de todos los miles de cartageneros, que disfrutamos el lunes 20 de julio sobre las una de la madrugada de ese añorado ascenso que tanto perseguíamos y se nos resistía; por eso cuando Marc Martinez detuvo el penalti a Ortiz, estallamos de lágrimas de alegría por lo que muchas veces se nos había negado injustamente. Pero mira que lo pasamos mal, sufrimos y algunos como yo, con un valium en el cuerpo para mantener un poco la calma porque si de algo tiene para regalar este equipo es de pasarlo mal, hacernos sufrir y llegar al límite de nuestras fuerzas y sentimientos.