Tanto es así que en esta su cuarta etapa del recorrido llegaron animados por los muchos peregrinos que, durante días pasados, han ido encontrando por los distintos caminos y carreteras que conducen hasta Santiago.
En esta cuarta ruta completada entre Pontevedra y Caldas de Reis, donde ahora tienen su hotel como cuartel general, han sido 20 kilómetros en total con más esfuerzos para unos que para otros pero con el denominador común del esfuerzo colectivo, primero para superar el frio mañanero y más tarde para todo lo contrario, el calor del mediodía que hizo redoblar el esfuerzo.
Destaca en la jornada que a lo largo del camino han sido animados por muchos peregrinos que ya conocen a nuestra gente de los días anteriores. Los chicos, así hay que decirlo, ya empiezan a creerse capaces de conseguir este reto que muchos de ellos veían como algo inalcanzable y que ya empiezan a tenerlo cada vez más cerca, a rozarlo con la punta de sus dedos.
Para muchos era un objetivo inalcanzable pero otros jamás pensaron en realizarlo nunca. Abriendo puertas que se llama a esta hazaña que están realizando los de Ápices, un sueño que poco a poco se está haciendo realidad y que va a ser inolvidable para todos.
