27 de octubre de 2014, 13:30
Ribas sigue sufriendo su particular calvario. En El Palo también tuvo que estar en la grada, siguiendo el encuentro entre los aficionados locales y bastante retirado del banquillo cartagenerista que contaba con la presencia de Simón Ruiz, el ‘Bomba’ Domingo Cáceres y el preparador físico en un banco bastante estrecho y sin apenas espacio para poder moverse por el, aquí, mal llamada e inexistente área técnica.
El uruguayo dio sus instrucciones pero difícilmente pudo hacer lo mismo durante el encuentro. Como se aprecia muy bien en la imagen que nos deja Almudena Jaime el manager general y/o apoderado del club no tuvo que pasar sus mejores momentos de felicidad viendo como su equipo sufría lo indecible para arrancar un punto, otro más, del octavo empate.
Desde su regreso de Uruguay este es el segundo partido que presencia. En el anterior, jugado en Cartagena, estuvo ubicado en varias partes de la tribuna y en momentos distintos. Después se explicó que su continuo trasiego estaba motivado por los nervios que sufría viendo como estaba jugando (de mal) el Cartagena. No nos extraña.