5 de septiembre de 2014, 2:10
El hecho de que el sueño de la Copa acabase en pesadilla ha generado multitud de críticas al equipo que dirige el uruguayo Julio César Ribas. Hay muchas desconfianza entre sus miles de seguidores, eso es innegable. Las protestas y los pitos de una parte de la afición al término del encuentro copero ha generado malestar y preocupación en un equipo que no transmite las sensaciones que cabía esperar. A estas alturas, con dos empates en la Liga y fuera del torneo del KO, necesita de una actuación convincente para lavar su imagen y empezar a despejar las dudas que existen.
Aunque es muy pronto aún para presunciones o creencias de cualquier tipo el aficionado en general que está siguiendo al Cartagena le gusta muy poco las sacudidas que viene ofreciendo este equipo. El fallo garrafal de Limones, con ser decisivo, queda en un segundo plano si tenemos en cuenta los malos encuentros que ha ofrecido hasta la fecha el Cartagena. Más que la derrota duele la sensación que quedó.
El hecho de que sólo unas horas después vuelva a ser el UCAM el visitante en el Estadio provoca cierta sensación de preocupación y Ribas, como máximo responsable de la plantilla, deberá saberlo. Siempre se ha dicho que la afición cartagenerista suele ser exigente y que la presión que existe en este equipo por estar arriba ya se nota a las primeras de cambio.
Javier Marco, el presidente del Cartagena, no sólo está tranquilo sino que el pasado miércoles se encargó personalmente de transmitir esa calma que demostró tras la debacle ante el UCAM. Para Marco no pasa nada y todo quedará solucionado cuando empiecen a llegar las victorias.
El problema es que, hasta que no lleguen, las dudas van a seguir existiendo y la presencia del UCAM no invita precisamente a la tranquilidad, sobre todo por la paupérrima imagen que está ofreciendo el Cartagena en sus actuaciones.
Julio Ribas tiene mucho trabajo por delante. Empezar mal la competición sería una carga inesperada que en el Cartagena no se pueden permitir. De ahí las dudas, que se van a mantener como mínimo hasta el domingo. Ganarle al UCAM supondrá aprobar una asignatura, la de la confianza, que todavía tienen pendiente en el Cartagena.
