Todavía no se han cumplido los 100 días de cortesía que se le conceden no sólo a los políticos, gobiernos, altos ejecutivos, sino a deportistas, fundamentalmente, entrenadores. 80 días han transcurrido desde que Hamlet, digo D. Javier López, se subió al escenario para representar esa obra hamletiana de la duda, ya que es una continua duda en todo lo que viene realizando desde que se subió al carro teatral futbolero de la dirección técnica del FC Cartagena.
Este entrenador es un continuo y constante representante de la duda. Duda en sus declaraciones, duda en la confección de sus alineaciones, suele dudar a la hora de realizar los cambios y fundamentalmente duda en saber o no saber los descartes que desea realizar antes de que lleguen los días finales del mercado de invierno en los que el equipo decida renovarse, si el entrenador no duda y da el visto bueno.
D. Javier López erre que erre sigue en la duda y entre la erre de reto para salir de donde el equipo se encuentra y la erre de remontada con sus, a lo sumo, catorce jugadores de su confianza, no sale de ella. Amigo López, es cierto que hay que arrear saliendo o dulcificando las constantes dudas que le atormentan o le arrearán a usted y, según me cuentan, D. Francisco Gómez ya tiene en su mano la tralla que inicie el arreo.
Este artículo -o lo que sea esto que el Icue perpetra cada miércoles- lo estoy escribiendo junto a un espectro de la duda que tengo puesto encima de la madera que hace soporte a los adornos de mi fogón. La ocasión y su protagonista merece que haga una excepción y por una vez mute en espectro dubitativo de Hamlet, digo señor López. Losespectros de la duda están de luto estos días porque uno de nuestros iconos vivos nos ha comunicado que, o sale de la duda o el presi recarga sus maldades para volver a desplegar esa ristra de imposibles acciones a los que, de cuando en vez, nos tiene acostumbrados. Servidor, que en el fondo quisiera también salir de sus dudas, sin manías espantosas, sobre la calificación que como técnico me merece y que sin, mala conciencia, debo decirle única y exclusivamente que,en lo técnico, es deficiente.
Uno que en esto del fútbol se está iniciando, bien lo sabe el Icue, nunca le perdonará a Hamlet, aunque no se hayan cumplido los corteses cien días o aunque llegue a cumplir mil partidos dirigiendo a nuestro Cartagena, cinco cosas: que siga insistiendo en la alineación de Goiría como delantero centro; que se empeñe en sacar a Tati Maldonado para mostrárnoslo durante diez minutos cuando, sin salir, “el Tati” está más visto y es tan conocido como “el Carpanta” de nuestro TBO; que insista en tratar a Iván Bolado como si fuese un desconocido, cuando lo que verdaderamente es un postergado; que haya mandado a Ander Lafuente al baúl de los suplentes y lo airee minutitos sueltos en cada partido y, sobre todo, la gota que colma el vaso, las gratuitas y continuas dudas que mantiene a la hora de definir la personalidad del equipo sin mostrarnos las verdaderas esencias de a lo que quiere jugar y sin haber definido todavía el verdadero patrón de juego, si es que lo tiene.
Querido Icue, este entrenador, D. Javier López, no sólo tiene más dudas que Hamlet, es que es el Hamlet absoluto de la duda, es el Hamlet entrenador moderno, no es que sea un mar de dudas, que lo es, es Yorick, el bufón jorobado a cuya calavera rinde homenaje el príncipe dubitativo en el acto III de Hamlet.
"Ser o no ser de este equipo. He aquí la cuestión..."Mientras, D. Javier López se extravía en un laberinto de dudas, esperando que sus futbolistas vuelvan de las vacaciones, para madurar sus decisiones trascendentes y salir forzosamente de la duda sin excusas. Javi López está atrapado en un dilema. Por un lado quiere seguir entrenando y por el otro desprecia la idea, ofrecida por el director técnico,de recuperar a una vieja amistad del equipo y de Santa Ana que se llama Victor. Un consejo, si se lo ofrecen, acéptelo, de lo contrario el pozo de su duda le conducirá donde usted sabe. El Icue sabe que el enigma no lo va a resolver fácilmente pues su continua duda transmite señales contradictorias.
Este entrenador hamletiano, en cuanto a su relativismo dubitativo, es como una gota de agua al vate asturiano Don Ramón de Campoamor y Campoosorio que, según nuestras prehistóricas enciclopedias escolares, popularizó en España esa cuarteta que, hoy, como en siglos pasados, nuestro personal la aplica constantemente a la vida como teoría relativista“En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira, / todo es según el color / del cristal con que se mira”. Lo cual viene a resumirse en el menos artificioso refrán proveniente de nuestra España agrícola: “Cada uno cuenta la feria según le va”.
A veces,hablando del mundo de los entrenadores,me entran temblores. Pues eso, piense usted lo que quiera, pero sin pasarse y no intente, con sus continuas dudas, echarle un pulso al presidente. En Junio todo dependerá de la pelota. Si ha entrado y la duda se ha disuelto, López será inmortal. Si la duda sigue mojándole la oreja, a pesar de los descomunales fichajes que llegarán y estrenaremos en febrero, será el momento de replantearse si el atormentado Don Francisco, ahora ya sin el escudo dubitativo, tuvo razón o pifió al mantenerlo. En su trayectoria hay de todo.
Pedro-Roberto J.P.En un “Rincón para Doce”.Dies 12/7: Ante diem septimum Idus Decembres.
http://lamedusapaca.blogspot.com.En Twitter: @Logrocartg.
