Al derbi de la pasada temporada en la Nueva Condomina llegaba el Murcia, entonces líder, con 9 puntos más que el Cartagena. Los grana eran líderes el 13 de diciembre de 2015, la mañana en la que el uruguayo Fede Laens mandaba al palo grana del meta Fernando una pelota con el 0-0 en el marcador, y los albinegros ocupaban el séptimo puesto en esa fecha.
Ante el acontecimiento del próximo domingo en la Nueva Condomina han cambiado las tornas. El decorado es otro. El conjunto visitante es el que lleva al local 9 puntos de diferencia. Se han modificado las circunstancias y el 'gallito' esta vez es el equipo provinciano marítimo, histórica y estadísticamente por debajo del capitalino, Esto es así. Falta saber si esta vez los portuarios van a poder cantar en el lujoso gallinero de la Nueva Condomina. Los solistas del Cartagena suelen saber lo que hacen. Y los barítonos. También los tenores. Si nadie desafina demasiado ante las consignas del director de orquesta, mucho tendrá que hacer el Murcia -maravillas y además tener suerte- para resolver el partido.
El 'gallito' esta vez es el equipo provinciano marítimo, histórica y estadísticamente por debajo del capitalino...
Vistos los antecedentes de los actores por parte y parte. La oferta futbolística de los pimentoneros ha sido poco ilusionante. No había para más. La propuesta cartagenerista era y es más sólida y convincente, mejor rumiada y acabada; de entrada los resultados encadenan una muy buena campaña en contraste con el descorazonador comienzo del equipo de Paco García como si la presente fuese una campaña de transición. La motivación del Murcia y su entorno será fuerte y apropiada para hacer posible que el conjunto que se presenta como inferior rompa el pronóstico. Mas la motivación en el Cartagena parece más fuerte y mejor fundamentada.
A Monteagudo le he escuchado decir en estos días de los típicos encuentros con la prensa algo muy cierto. "Mis jugadores desean darle satisfacciones a sus aficionados y saben que una alegría sería ganar el domingo en Murcia".
Se habría perdonado perder en San Fernando pero no vencer en la Isla y después no hacerlo en la Nueva Condomina. Allí y aquí son tres puntos de nada en juego pero un derbi siempre es un derbi. Aunque el que nos llega está inflado artificialmente por la mayoría de medios de comunicación, sacando petróleo de donde sea, que para eso estamos. Para mí es un derbi no diría descafeinado plenamente pero es evidente que de decisivo no tiene nada. Con 28 jornadas por delante no se puede decir que este derbi de final de octubre es un no va más.
Normalmente nadie debe de morir de infarto el domingo presenciando el partido en el que el Murcia se quiere reivindicar y el Cartagena no está dispuesto a que el Marbella se le escape más de lo prudente. Hay alicientes para que pueda despertar interés pero faltan ingredientes importantes que a lo mejor quedan reservados para la segunda vuelta donde la taquilla no tendría que bajar de los 11.000 espectadores el día de San José del próximo año en el estadio fronterizo con la rambla de Benipila. Puestos en esta tesitura el fondo de armario del que hoy dispone el Cartagena podría ser fundamental para seguir tejiendo la tela artesanal de su clasificación para el ascenso.