Pero sí, mi equipo esta temporada, nuestro equipo, en su desastre inicial, en su remontada increíble de los primeros partidos de la segunda vuelta, en sus fiascos ante Elche y Burgos, en su victoria crucial ante el Racing de Ferrol. Siempre. Mi único equipo. Todos los demás me dan igual. Ninguna preferencia entre los grandes y entre los medianos. Ninguna. Bastante tengo con el mío.
Mi hija, hace años, como me oía quejarme mucho de la trayectoria del FC, y lamentarla, me preguntó muy sensatamente : Papá, ¿por qué no te cambias de equipo?. Muy bien hija y yo te respondo :¿Por qué no te cambias de padre?...
Tan difícil lo uno como otro…Difícil, no : imposible. Tan imposible que tengo que hacer una confesión. Más de una vez me he jurado que ya no iba seguir al equipo, que ya no sería socio en la distancia desde Madrid, que no me enteraría de su trayectoria, calendario, derrotas y victorias…Aguantaba una semana. A la siguiente, otra vez enganchado. Para bien o para mal. Así ha sido y así será. Las raíces de mi ciudad de nacimiento, mi infancia y mi juventud en Cartagena son indestructibles.
Equipo original según mi hijo mayor. Y tanto. “Sólo salís en los papeles por cosas raras”. Como las declaraciones de Calero que fue el primero en aparecer como policía municipal de Madrid en los atentados del 11 M. Calero el primero. Y el primero en sacarnos del atolladero. Y el primero en resucitarnos. Y el primero en el cariño del público. Y el primero en esta historia tan intensa de amor entre el entrenador y la afición.
Calero y su secreto. Si fue el primero en ayudar a los heridos y salvar vidas, ¿cómo no va a poder hacerlo con un equipo de fútbol?
Pero el FC es tradicionalmente bipolar : del cielo al infierno, como lo ha demostrado una vez más en esta temporada que sufrimos y gozamos. Y dentro de una ciudad complicada, equivocada, perdedora y sin suerte. Que no pone en marcha todas sus virtudes y riquezas para ser una de las mejores de España… Y sin catedral restaurada, sin Ave Madrid-Albacete-Cartagena, sin puerto del Corredor Mediterráneo y…Son las últimas increíbles. Hay muchas más. Pero no luchamos y nos defendemos. O no sabemos o no nos atrevemos. O no nos deja la capital.
Además, sí, con mala suerte. No siempre. Con suerte a veces como fichar a Calero y resurgir las esperanzas. Como tener una nueva afición fiel. Como estar en el fútbol profesional ya varias temporadas.
No sé qué pasará en Elda. Es el FC del sí y el no. Puede pasar de todo. Pero seguirá siendo mi equipo. Yo no cambiaré de equipo, por supuesto, ni mi hija, claro, cambió de padre.