1.-Pasar del infierno de la Segunda B al segundo piso de la élite del fútbol. Un sueño de años, roto cruelmente muchas veces.
2.- De casi no ver al equipo por televisión a verlo desde el principio hasta en los amistosos, con equipos de Primera o importantes de Segunda. Fundamental para los que no vivimos en Cartagena.
3.- Poder ahora disfrutar por televisión de todos los partidos oficiales con equipos importantes y bastantes, históricos.
4.- Estar en las quinielas.
5.-Decirle a España que existimos.
6.-Que los medios informativos nacionales nos sigan.
7.- Que todo el fútbol hable de nosotros y nos valore.
8.- Que estemos utilizando este gran altavoz del mundo del balón.
9.- Que sepan quiénes somos.
10.- Y hasta los comentaristas de televisión hablen de nuestra historia, de la trayectoria de nuestros jugadores y de la táctica del equipo
O sea, parte de la felicidad de la vida.
Elady ha empezado hecho un coloso la temporada, como todo el equipo
Y estar en el sitio que siempre debimos estar y al que nunca debemos volver.
Y esto es independiente del equipo y de su trayectoria, que además si es buena, como lo es ahora, aumenta la tranquilidad, el sentimiento del cartagenerismo y la felicidad. Es sentir el orgullo cartagenero.
Lo escribo después de una derrota injusta, en Gerona, por culpa del colectivo más despreciable y puede que corrupto que hay en España después de los políticos : el arbitraje. Ineptos, chulos o tomando decisiones oscuras que no se sabe por qué (o sí). E inmunes. Pueden hacer lo que quieran. Representan una atroz dictadura. Ya les pueden poner Var : más de lo mismo. Son así. Esta es su conducta de siempre, a la que están acostumbrados
Las otras dos derrotas, la del Sporting (injusta) y la del Leganés (merecida)
Da gloria ver en algunas alineaciones titulares nada menos que siete de la plantilla de Segunda B o cambiado el equipo con sólo tres titulares del partido anterior y que no se note mucho. Y ver que la plantilla es larga pero que jugará la mayoría. Y que se han hecho buenos fichajes. Y que los amigos madrileños nos digan que tenemos equipo y que jugamos bastante bien.
Muchas alegrías por muchos sitios.
Esta es la felicidad, como aquélla del equipo de Cygan y Víctor, que deslumbraba. Diferente. Otra cosa. Pero mucha felicidad también.
Después de tantos años y tantos sufrimientos, nos encanta que llegue esto, tengamos una buena temporada y sigamos -¡naturalmente!- en Segunda A. Nuestra felicidad futbolística. Incluso sin los entradones que habría en el Cartagonova…