26 de abril de 2010, 2:00
La presencia del bilbaíno Ander Lafuente, que acudía acompañado de su primo, también de Santurze (Bilbao), como él, ha desatado pasiones entre los seguidores maduritos pero también entre los más jóvenes. No menos de diez o quince niños se incorporaron paulatinamente, conforme avanzaba la Tertulia, al lugar en donde estábamos.
Allí junto al anfitrión Herminio Carlos, nuestro director Manuel Ángel Balaguer y el no menos habitual Isidoro García y acompañados del anfitrión Salva García, el dueño del local, unos 20 ó 30 aficionados incluso aplaudiendo en momentos puntuales. La ‘Efesemanía’, por si alguien lo dudaba, ha ‘sobrevivido’ al empate con la Real.
Lafuente, que tiene en Cartagena muchos y muy buenos amigos, está casi como en su tierra de Bilbao, hasta tiene casa propia desde hace años. A la hora de reconocer errores sabe que el equipo cometió algunos, especialmente los de querer entrar por el centro “y por ahí, la Real es infranqueable”. También tiene claro que van a ascender el Cartagena y dos más”. Ander, por cierto, que no tuvo inconveniente en recordarle como le conocen en el vestuario, como Caillou y como 'el Pequeño Buda' en el cesped. Un buen tipo este bilbaino que gana mucho en la distancia corta.
Manuel Ángel, por su parte, tiene muy claro que el Cartagena asciende, aunque con apuros y pasándolo mal hasta el final. Sus favoritos son, aparte del equipo blanquinegro, la Real Sociedad y el Hércules mientras Salva García apuesta por la Real, Cartagena y Betis.
Se habló de los árbitros, de recuperar aquel cartagenerizado ‘borregoooo, borregoooo” que una parte de la afición empezó a cantarle al árbitro mediadas la segunda parte. Aquel grito era una seña de identidad del Almarjal para meterse con los árbitros cuando algunos, muchos quizás, no pitaban bien.
Isidoro, como siempre en plan técnico, ha comentado detalles del partido como el juego por las bandas que brilló por su ausencia. Y hablando de ausencias, la de Paco López Villaescusa, tertuliano habitual atacado por un refriado del que ya estará bien para la próxima tertulia, que lo deseamos.
Pero lo que más nos ha gustado de las dos horas que estuvimos en La Bombilla ha sido, fue, ver como iban apareciendo niños como churros a la terreza desde donde hemos transmitido en directo, todos ilusionados cuando le hemos puesto el micrófono inhalámbrico para que dijesen sus verdades. Para ellos la ilusión es lo primero. Y la Primera no quiere ninguno que sea un sueño, sino una realidad.
Allí junto al anfitrión Herminio Carlos, nuestro director Manuel Ángel Balaguer y el no menos habitual Isidoro García y acompañados del anfitrión Salva García, el dueño del local, unos 20 ó 30 aficionados incluso aplaudiendo en momentos puntuales. La ‘Efesemanía’, por si alguien lo dudaba, ha ‘sobrevivido’ al empate con la Real.
Lafuente, que tiene en Cartagena muchos y muy buenos amigos, está casi como en su tierra de Bilbao, hasta tiene casa propia desde hace años. A la hora de reconocer errores sabe que el equipo cometió algunos, especialmente los de querer entrar por el centro “y por ahí, la Real es infranqueable”. También tiene claro que van a ascender el Cartagena y dos más”. Ander, por cierto, que no tuvo inconveniente en recordarle como le conocen en el vestuario, como Caillou y como 'el Pequeño Buda' en el cesped. Un buen tipo este bilbaino que gana mucho en la distancia corta.
Manuel Ángel, por su parte, tiene muy claro que el Cartagena asciende, aunque con apuros y pasándolo mal hasta el final. Sus favoritos son, aparte del equipo blanquinegro, la Real Sociedad y el Hércules mientras Salva García apuesta por la Real, Cartagena y Betis.
Se habló de los árbitros, de recuperar aquel cartagenerizado ‘borregoooo, borregoooo” que una parte de la afición empezó a cantarle al árbitro mediadas la segunda parte. Aquel grito era una seña de identidad del Almarjal para meterse con los árbitros cuando algunos, muchos quizás, no pitaban bien.
Isidoro, como siempre en plan técnico, ha comentado detalles del partido como el juego por las bandas que brilló por su ausencia. Y hablando de ausencias, la de Paco López Villaescusa, tertuliano habitual atacado por un refriado del que ya estará bien para la próxima tertulia, que lo deseamos.
Pero lo que más nos ha gustado de las dos horas que estuvimos en La Bombilla ha sido, fue, ver como iban apareciendo niños como churros a la terreza desde donde hemos transmitido en directo, todos ilusionados cuando le hemos puesto el micrófono inhalámbrico para que dijesen sus verdades. Para ellos la ilusión es lo primero. Y la Primera no quiere ninguno que sea un sueño, sino una realidad.
